Hoy, 24 de junio, la Fundación Cudeca tiene que lamentar el fallecimiento de su fundadora, Joan Hunt, se ha ido como ella quería, “sin ruido y sin alboroto”, supone “uno de los días más tristes en los treinta años de historia de Cudeca” aseguran desde la entidad. Desde la fundación informan en un comunicado de prensa que sus últimos días han sido “serenos, en paz y con algunos momentos de humor y risas y arropada por todos sus seres queridos”. Asimismo, cuentan que Hunt dejó escrito un mensaje para estos momentos:
“No estéis tristes, celebrad mi vida, no mi muerte. He tenido una vida plena y muy feliz. He trabajado mucho, pero siempre a gusto, rodeada del gran equipo Cudeca, del cual me siento tan orgullosa y al cual admiro profundamente. Siempre me ha conmovido el amor, respeto y dignidad con la que todos en Cudeca cuidáis a las personas en el momento más difícil de sus vidas”.
No envíes flores a mi funeral, enviad un donativo. Sabéis bien que el donativo que pedí en el funeral de mi esposo Fred, fue el impulso para crear un centro especial para cuidar la última etapa de la vida de muchos enfermos y sus familiares. Pues bien, ahora me toca a mí, y os digo lo mismo de nuevo, enviar donativos que sirvan para cuidar, aliviar y acompañar a los que más nos necesitan.
Cuidar de Cudeca, confío en todos vosotros: aseguraros de que mi legado siga aportando vida a los días de los enfermos y sus familias, con la forma especial de cuidar de Cudeca. Y por último, recordadme con alegría. Ser recordado significa que una vez viví y estaré en paz. Os deseo mucho amor, éxito y crecimiento para Cudeca. Elegí el camino menos transitado y dejo a Cudeca en las manos compasivas de aquellos que decidieron hacer el viaje conmigo”.
Añadir vida a los días
Joan Hunt, nació en enero de 1929 en Liverpool, Reino Unido, y después de sesenta años en su país natal, decidió trasladarse hace más de tres décadas a la Costa del Sol, tras retirarse tempranamente de la vida laboral tras el fallecimiento de su marido Freud por un cáncer. Esta inglesa, que llegó a la provincia sin conocer a nadie ni hablar el idioma puso en marcha el gran proyecto que es hoy en día Cudeca. Una idea que surge con el objetivo de mejorar la asistencia a los enfermos con cáncer en principio, posteriormente también de otras enfermedades y a sus familiares y que acuñó como lema “Añadir vida a los días”.
Desde el año 1991, Joan ha estado dedicada plenamente a este proyecto y a difundir e involucrar a la sociedad en el valor y la importancia de los cuidados paliativos. Desde la Fundación solo tienen muestras de agradecimiento, afecto y cariño hacia su fundadora: “Gracias siempre y para siempre, por tu generosidad, tu fuerza y tu sonrisa”. Descanse en paz.
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