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Sábado 18/05/2024

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La Guardia Civil detiene a todos los participantes en la agresión con ácido a dos mujeres en Cártama

Según la benemérita, el Melillero utilizó presuntamente la infraestructura de una organización criminal asentada en Mijas y Fuengirola que “él lideraba para cometer la brutal agresión a su expareja y para ocultarse”

Redacción. La Guardia Civil, tras dos meses de investigación en el marco de las operaciones Tindra-Dubrovnik, ha detenido a todos los participantes en la agresión con ácido a dos mujeres en Cártama y a los componentes de un grupo criminal liderado por el Melillero, que se dedicaba, entre otros delitos, según la benemérita, a robar droga a otros grupos criminales (los denominados ‘vuelcos’).

Tras el levantamiento del secreto de sumario y la detención de una persona con una implicación directa en los hechos, la Guardia Civil puede informar de los detalles de esta compleja operación. El Instituto Armado explica que “todas las afirmaciones contenidas” en la nota de prensa remitida a los medios de comunicación tienen “carácter de presunción hasta que haya un pronunciamiento judicial firme al respecto”.

 

Operación Dubrovnik
Según informa la Guardia Civil en su comunicado, en noviembre de 2020, fuerzas en servicio del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Marbella advierten de unos movimientos extraños en torno a un camión cisterna que circulaba por la AP-7, observando cómo varios individuos intentaban asaltarlo en plena autovía. Al verse sorprendidos por los agentes, estos se vieron obligados a abortar la maniobra dándose a la fuga y huyendo del lugar en varios vehículos. Los guardias civiles comprobaron que la cisterna contenía en su interior 282,5 kg de hachís y 124 kg de marihuana, procediéndose a la detención del conductor y a la incautación de la sustancia que pretendía ser robada.

Tras este hecho se inicia una investigación, denominada operación Dubrovnik, pues al parecer esta localidad croata era el destino final de la droga intervenida. Una parte de esta operación estaba enfocada a la identificación y posterior detención de la organización criminal que pretendía robar la droga, lo que se denomina ‘vuelco’, siendo identificados como posibles autores del mismo los integrantes de un activo grupo criminal asentado en Mijas y Fuengirola. Estas organizaciones dedicadas a robar la mercancía a otras dedicadas al tráfico de droga suelen ser muy violentas en sus acciones. Iniciada esta investigación, el pasado día 12 de enero se produjo el ataque con ácido sulfúrico a dos jóvenes en la localidad de Cártama.

 

Operación Tindra
Tras esta brutal agresión a las dos jóvenes, los agentes tuvieron conocimiento posteriormente que un día antes de los trágicos acontecimientos, el Melillero se había acercado al vehículo de la que había sido su novia, sin que esta bajase la ventanilla, por lo que se fue del lugar. El día de los hechos, con “extraña habilidad para localizarlas”, afirma la Guardia Civil, las dos jóvenes se encontraron de nuevo al Melillero. Esta vez sí, la ventanilla estaba abierta y el Melillero y la persona que le acompañaba, posteriormente identificado como Poti, “arrojan un bote de ácido sulfúrico en el interior del vehículo”, afectando gravemente a las dos chicas, con mayor gravedad a Sandra.

Los guardias civiles encargados de esta investigación iniciaron unas rápidas indagaciones al objeto de identificar a la mayor brevedad posible al autor o autores de estos hechos, bautizando la operación como TINDRA (CrisTINa y SanDRA). Desde el primer momento y por las declaraciones de los testigos, se identifica a los presuntos autores como el Melillero y el Poti, los cuales tras llevar a cabo los hechos huyeron del lugar encontrándose en ese momento en paradero desconocido. A partir de ese momento, la investigación se centra tanto en la localización y detención de los autores y colaboradores como en la recopilación de todos los indicios y pruebas para aportar al procedimiento judicial.

 

Localización
En cuanto a la localización y detención de los autores, inmediatamente se comprueba que ambos están relacionados con las personas incluidas en la operación Dubrovnik, lo que implica que tienen una organización criminal detrás y confirma la extrema violencia con la que actúan. En la inspección de los vehículos utilizados por las víctimas, los agentes detectan que a los coches le han sido instalados dispositivos electrónicos de geolocalización, que son utilizados por la persona que lo instala para saber en todo momento el lugar exacto donde se encuentra el vehículo, comprobando posteriormente los investigadores que estos dispositivos habían sido instalados por esta organización criminal.

Los guardias civiles iniciaron una línea de investigación para determinar cómo y dónde adquirieron el ácido sulfúrico empleado, consiguiendo encontrar la trazabilidad del bote de ácido empleado, al igual que también tuvieron acceso a diversos audios en los que el Melillero hablaba sobre su exnovia refiriéndose a su belleza, a su “cara bonita”… junto con otros detalles que los investigadores comprobaron uno a uno para aportarlos al procedimiento judicial, lo que podría apuntar a una presunta premeditación y ensañamiento.

 

Grupo criminal
En cuanto a la localización y detención de los autores de estos hechos, en el curso de la investigación se comprobó que los hábitos y comportamiento de los miembros del grupo criminal de la operación Dubrovnik habían cambiado, contemplando los agentes la posibilidad de que utilizaran sus medios habituales para introducir drogas en España, con embarcaciones de gran potencia, para intentar escapar del país tras el ataque que habían perpetrado.

Esta organización, con mucha experiencia en la realización de actividades delictivas, complicó mucho la actuación de los investigadores, al igual que el gran parecido físico del Melillero con uno de sus hermanos, posteriormente detenido por su implicación en los hechos, pero que hasta ese momento no se le imputaba ningún delito.

 

Persecución
Aún así, uno de los agentes actuantes identifica al Melillero cuando circulaba con una moto junto con otros miembros de la organización en Entrerríos (Mijas). Para evitar que fuera detenido, los acompañantes no dudaron en embestir con sus motocicletas a los vehículos de la Guardia Civil que, tratando de evitar el atropello de los motoristas, llegan a sufrir un accidente ellos mismos, consiguiendo darse a la fuga en las proximidades del río Fuengirola.

Ante la posibilidad de que se escondieran en un lugar cercano, se realizó un amplio despliegue, cercando toda la zona para evitar que salieran de allí las personas buscadas, iniciando una batida para recorrer toda el área. En este despliegue participó personal de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga con el apoyo de efectivos de otras unidades, el GAR, UCO, OCON-SUR y la Unidad de Helicópteros desplazada desde Ceuta.

Esta reacción inmediata se complementó con otras medidas de investigación que indicaron la posibilidad de que la huida por esa zona no era casual, sino que podía estar escondiéndose en una finca cercana donde era auxiliado por otros componentes de la organización. Poco después, aun manteniendo el cerco a toda la zona, se pudo comprobar cómo efectivamente el Melillero se encontraba escondido en el anexo a la vivienda sospechosa, procediendo a su inmediata detención, a la que no opuso resistencia alguna por el despliegue existente.

 

Detenciones
En el registro efectuado al día siguiente en el terreno de esa vivienda se encontró enterrado una gran cantidad de dinero en efectivo, más de 50.000 euros, para la disponibilidad inmediata del Melillero. Esa misma noche se inició también la explotación de la operación Dubrovnik, procediendo a la detención de los miembros de la organización identificados, tanto como supuestos autores del ‘vuelco’ del camión cisterna como por la ayuda prestada al Melillero para tratar de huir de la justicia, entre los que se encontraba su hermano.

Se realizaron un total de cuatro registros domiciliarios y se detuvo a ocho personas y un investigado por presuntamente participar en la preparación de los hechos y por encubrir y/o facilitar la huida y ocultación de los autores materiales de la agresión y por pertenencia a organización criminal. En los registros fueron intervenidos 62.000 euros en efectivo.

 

Detención del Poti
Tras estas detenciones los esfuerzos de los investigadores se centraron en localizar al otro implicado directamente en los hechos, uno de los dos presuntos autores materiales del atentado contra las dos chicas, el conocido como Poti. Esta persona, con antecedentes y que había pasado varios años en la cárcel por otros hechos, había amputado la mano a otra persona en Fuengirola y estaba pendiente de ser detenida para poder ser puesta a disposición de la Autoridad Judicial.

Al verse perseguido por los guardias civiles, este individuo se ocultó y prácticamente desapareció. No obstante, los agentes continuaron vigilando todo su entorno en la zona de Fuengirola y Mijas, siendo finalmente detectado el pasado día 10 de marzo en un inmueble de Las Lagunas, por lo que, una vez obtenido el mandamiento judicial de entrada y registro en dicho domicilio, el grupo de asalto del GAR de la Guardia Civil se dirigió allí a plena luz del día y procedió a la detención del Poti.

 

Operacion Dubrovnik y Tindra

 

Tras esta última detención se da por cerrada, desde el punto de vista de la Guardia Civil, la operación TINDRA. En cuanto a los detenidos de la operación Dubrovnik, se les imputan los delitos de organización criminal y encubrimiento. Además a los autores materiales se les imputan dos delitos de asesinato en grado de tentativa, uno de ellos en el marco de violencia de género. De los 11 detenidos, la autoridad judicial ha decretado el ingreso en prisión de 8 de ellos. El juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 3 de Málaga y el de Instrucción nº 2 de Fuengirola han entendido de la investigación, el primero de ellos en la tentativa de homicidio y el segundo en la investigación de la compleja organización criminal, dedicada al narcotráfico

Esta operación ha sido desarrollada la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga, que ha contado con el apoyo de otras unidades: el OCON-SUR, el Grupo de Acción Rápida (GAR), la Unidad Central Operativa (UCO) y el Servicio Aéreo (UHEL), llegando a intervenir simultáneamente más de 200 guardias civiles.

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