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Lunes 13/05/2024

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Le imputan un delito de maltrato animal tras arrojar al perro de un vecino desde un primer piso

Dos agentes de la Policía Local presenciaron el momento así como los golpes que le propinó con un palo antes de la caída

La Policía Local de Mijas imputó, en la noche del pasado jueves 8 de mayo, un presunto delito de maltrato animal a un hombre que golpeó y arrojó, desde el primer piso de un edificio de Las Lagunas, al perro de un vecino.

Los hechos ocurrieron sobre las 21:15 horas del pasado jueves, cuando varios vecinos de un bloque de viviendas, ubicado en la calle Jacaranda, informó a la Jefatura de la Policía Local de la presencia de un perro, de raza Standford Terrier, deambulando por la cornisa exterior de la primera planta. Hasta allí se desplazó una unidad de agentes, que pudieron confirmar este hecho poco después.

En el mismo lugar, varios vecinos aseguraron que el can se había escapado del balcón del piso donde convive con sus dueños, que no estaban en casa en ese momento. Además, otros testigos manifestaron que pudieron acariciarlo y que el animal tenía, en todo momento, una actitud amistosa.

Sin embargo, poco después, el perro se acercó al balcón de otro vecino, que trató de alejarlo con un palo. Tanto fue así, que, en presencia de los policías, llegó a golpearlo para incitarlo a que se fuera. Una actitud que fue recriminada por los funcionarios del orden en hasta tres ocasiones, que exigieron al individuo que depusieran su actitud. Pero, poco después, el vecino golpeó tan fuertemente al can en su costado, que el animal cayó a la calle impactando contra el suelo y provocando lesiones en él.

Ante esto, uno de los agentes acudió en auxilio del perro, mientras que el otro subió a la vivienda del individuo para identificarlo. Este resultó ser F. L. R., nacido en 1975 y sobre el que pesaba un delito anterior por violencia de género. El agente le preguntó, entonces, por qué había arrojado al perro por la cornisa, a lo que, según el acta policial, respondió que estaba “harto de los perros” y que “volvería a hacerlo”.

Por todo esto, los policías que intervinieron en el caso decidieron imputarle un presunto delito de maltrato animal. Por su parte, el perro, que no llevaba microchip, fue atendido por los responsables del servicio de recogida de animales. Los policías pudieron contactar con su dueño, poco después, gracias a la colaboración de los vecinos de la zona.

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