Recorriendo en bicicleta los cinco kilómetros que separan La Cala de la desembocadura del río Fuengirola mostraron los alumnos del ciclo formativo de ‘Técnico en Conducción de Actividades Físico Deportivas en el Medio Natural’ del IES Sierra de Mijas la conveniencia de habilitar un carril bici y peatonal que bordee la línea costera y permita el fácil acceso a la playa de vehículos de emergencia y personas con discapacidad. El proyecto, galardonado con el segundo premio en el certamen de ideas Creativa 13, propone la creación de un nuevo vial paralelo al litoral que añada un aliciente al turismo de sol y playa y mejore la movilidad entre las áreas urbanas y las urbanizaciones del municipio. “Cuando supimos del concurso, barajamos varias opciones, como la rehabilitación de senderos o la señalización de itinerarios, pero entonces Toño, nuestro profesor, nos recordó este proyecto, que habían elaborado anteriores promociones”, explicó Samuel Gaspar, uno de los alumnos del TECO. Y así, tomando como base dicho estudio, los estudiantes se pusieron a las órdenes de uno de sus profesores, Toño López, para plasmar en imágenes la esencia del proyecto. La iniciativa toma como punto de partida las leyes de Costas y Carreteras, que contemplan zonas de servidumbre pública contiguas a la franja marítimo terrestre para el tránsito de peatones y ciclistas.

El carril bici con cinco kilómetros de longitud, sería el más extenso de la Costa del SolSin embargo, la idea que plantean los alumnos del TECO va más allá. “Hace años, cuando presentamos el proyecto a la anterior Corporación, ya se hicieron cosas”, rememora Toño. El docente se refiere a la eliminación de postes de farolas en desuso o a la creación de la senda litoral. Incluso se refiere a las luminarias que, recientemente, se han eliminado en la franja costera. No obstante, el proyecto actual plantea también la instalación de paneles acústicos en algunos tramos, así como la construcción de una plataforma en la misma playa, en las áreas en que se haya invadido el límite marítimo terrestre; así ocurre, por ejemplo, en Bolonia. “Esta ciudad vive del turismo y hay que invitar a la gente a que pasee por nuestra costa”, asegura Toño.

“En el ciclo, teníamos que tocar estos contenidos, y nos pareció una forma muy amena de hacerlo”, indicó Samuel. “No teníamos intención de ganar nada, la verdad es que fue toda una sorpresa”, añadió. No obstante, el premio, 1.000 euros, les ha venido como anillo al dedo; este año, los estudiantes realizarán su proyecto de fin de ciclo en Cabo de Gata. “En los últimos años, por motivos económicos, la actividad se ha venido realizando en el entorno de Málaga”, concreta el profesor. Consiste en crear una empresa turística y diseñar un itinerario a pie, a caballo o en bicicleta. Este año, tendrán la oportunidad de acabar el curso en un entorno único. “Todos creíamos que, como mucho, ganaríamos una mención de honor. Cuando nos dijeron que éramos los segundos, nos emocionamos mucho”, concluye Samuel.

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