Pequeño arbusto que alcanza los 70-100 cm de altura. Porte muy ramificado y tallo más o menos leñoso, dado que puede vivir varios años. Las hojas son semi-perennes, algo carnosas y de color verde glauco, casi gris.
Estas hojas se disponen de forma alterna y están compuestas por pequeños foliolos, siendo los laterales algo más alargados que el foliolo terminal, algo más ovalado. Las flores, agrupadas en pequeños ramilletes, son de un color amarillo brillante y poseen entre cuatro y cinco pétalos.
El fruto es una especie de cápsula con cinco lóbulos. La planta entera tiene un aroma característico difícil de confundir con otros. El sabor de las hojas es ligeramente picante pero éste queda enmascarado por el intenso aroma que despide.
Crece preferentemente en zonas ruderales. Se extiende por todo el Mediterráneo, Islas Canarias, Cabo Verde, Azores y Madeira, así como en el oeste de la Península Arábiga. Aunque se le conocen multitud de propiedades y usos tradicionales frente a innumerables dolencias, se trata de una planta tóxica, por lo que se desaconseja su uso si no es bajo supervisión médica.
También se debe tener cuidado con su manejo, ya que en contacto externo con la piel puede provocar ardor, eritema, picazón y vesicación, especialmente en zonas de mucosa como ojos y labios. Posee unos aceites esenciales y alcaloides que pueden causar hipersensibilidad a los rayos ultravioletas, ocasionando fotodermatitis e incluso lesiones en la piel en personas sensibles.
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