Nadie le ha regalado nada a esta mijeña. Todo lo que Natalia Benítez ha conseguido ha sido gracias a su esfuerzo, entrega, dedicación y fe. Pero si por algo destaca es por su perseverancia. Una virtud que le ha permitido hacerse un hueco en un deporte dominado por el género masculino.

Aunque desde muy pequeña le apasionaba montar en bici, no fue hasta los 24 años cuando se inició en el mundo de la competición federada. Claro ejemplo de que nunca es tarde si la dicha es buena.

Durante la temporada pasada Benítez logró engrosar su palmarés obteniendo, entre otros títulos, el Open de España de Maratón y los campeonatos de Andalucía, tanto de larga distancia como en ruta.

Sin embargo, una de las mejores experiencias que vivió durante la estación anterior fue su participación en la Titan Desert, una de las pruebas más prestigiosas y exigentes dentro del mundo de la ‘mountain bike’.

Benítez: “Siendo mujer, tienes que destacar mucho más que un hombre para ser apoyada económica y socialmente”La ciclista acudió a esta competición con el “único objetivo de terminarla”, como afirmó en una de las entrevistas concedidas a este medio. Y es que tuvo que completar 600 kilómetros de recorrido en cinco días por los parajes más insólitos e inhóspitos de Marruecos soportando temperaturas extremas, que oscilaban entre los 10o de la noche y los 25o del día.

No solo acabó la carrera sino que además consiguió la quinta posición en su categoría (élite femenina).

De familia humilde y trabajadora, Natalia no hubiera podido cumplir este sueño si no llega a ser por la beca concedida por la organización de Titan Desert a los ganadores provinciales de Andalucía. La mijeña se lo ganó a pulso al coronarse campeona de la Copa de Málaga de Maratón disputada en Casares. En 2012 volverá a repetir la aventura.

Un camino difícil

No hay mayor enemigo para el deportista que una lesión. Aunque peor es tener que soportar comentarios machistas de ‘compañeros’ de viaje. Con ambos ha tenido y ha sabido convivir Natalia.

Con 17 años, cursando los estudios de COU, tuvo que ser intervenida por una fractura en el mentón. “Cuando estuve en el hospital, pese a los dolores, aproveché para seguir estudiando porque no quería repetir. Quería acceder a la Universidad ese mismo año”, explica.

Pero uno de los momentos más complicados en su carrera deportiva tuvo lugar en 2008, cuando se fracturó en competición la tibia y el peroné. Un percance que lejos de amilanar su pasión por este deporte le hizo ser más fuerte. “Al poco tiempo de la operación ya estaba compitiendo. No debía y aunque las molestias me impedían hacer grandes esfuerzos, echaba de menos competir. Era como si no me sintiera viva”, explica.

Del dolor físico te recuperas con cierta rapidez, pero en ocasiones las palabras pueden hacer más daño que una caída. Sobre todo si esos comentarios proceden de personas de tu mismo gremio. “Cuando compañeros (hombres) me han preguntado cuál ha sido mi posición en una prueba y les he dicho que primera me han contestado que se iban a cambiar de sexo y ponerse una melena rubia”, confiesa Benítez, quien denuncia el poco apoyo que las instituciones y patrocinadores destinan al ciclismo femenino: “Un campeón de España puede llegar a ser profesional, pero una campeona nacional es muy difícil por no decir imposible”. Y añade: “Siendo mujer tienes que destacar mucho más que un hombre en este deporte para ser apoyada económica y socialmente”.

Con 30 años, centrada en las oposiciones para policía local, pensó en dejarlo esta temporada por la falta de subvenciones, aunque recientemente ha recibido el empujón necesario en forma de patrocinio para participar en la ‘Titan’ y los campeonatos de España y Andalucía.

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