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Miércoles 24/04/2024
  • "Cuando los videojuegos no tenían internet la capacidad de adicción era mucho menor”.

Reportajes

"Las familias no son realmente conscientes de lo que está ocurriendo"

  • “A ver qué dicen los datos cuando se analice el antes y después de la pandemia”
  • El curso pasado la mayoría de las chicas reconocía dedicar más de 2 horas diarias a las redes

Con una gran experiencia en prevención de drogodependencias, Juan Díaz estudia ahora otro tipo de adicción: la de las pantallas

En un estudio que se hizo en los institutos de Mijas (a 1.319 chicos de entre 12 y 16 años) durante el curso 2019-2020 salió que uno de cada cuatro estudiantes presentaba entonces suficientes síntomas para ser diagnosticados de uso compulsivo o adictivo a las tecnologías. Datos actualizados sobre este uso que los jóvenes hacen ahora de las pantallas todavía no hay. Pero en plena pandemia, y tras el efecto que tuvo el duro confinamiento que se vivió en marzo del pasado año, todo hace indicar que el tiempo que los chavales (y todos en general) pasan delante de las pantallas sea bastante mayor. “Que de media cerca del 30 por ciento de los chicos sea adicto a internet es para echarse las manos a la cabeza, me parece una pasada”, opina Juan Díaz Salabert, psicólogo y uno de los fundadores de la Asociación Adiados que, en colaboración con el área de Sanidad del Ayuntamiento de Mijas, realizó la encuesta de la que estamos hablando el curso pasado dentro del programa Piensatic.

El profesional explica que a día de hoy aún no están los datos cerrados de la situación actual. “Estamos en ello. Estamos analizando los datos y probablemente en septiembre tendremos ese estudio comparativo entre antes de la pandemia y la situación de ahora”. Sin embargo, sin esos datos cerrados sobre la mesa, viendo el panorama y desde su experiencia, le preguntamos al profesional ¿qué resultados prevé? Y aunque García no quiere aventurarse, “se espera que sí habrá un aumento” del tiempo que los chicos dedican a las pantallas. Pero insiste: “habrá que ver también otras cuestiones”. Si los chicos que ya presentaban una adicción han empeorado, si los que ahora presentan problemas de uso compulsivo son usuarios nuevos, a qué dedican el tiempo frente a las pantallas, etcétera. Porque los usos y la propia tecnología cambia constantemente.

En cuanto a las familias, Díaz opina que “no son conscientes de lo que realmente está pasando”. El trabajo que realizan desde Adiados va dirigido especialmente a los propios estudiantes, explica el psicólogo, que asegura que “es muy difícil llegar a las familias con hijos en edad de instituto”. Cuando hablamos de niños más pequeños es otra cosa. “A un padre no se le ocurriría dejar a su hijo ir a la calle cuando quisiera, a donde quisiera, con quién quisiera y hacer lo que quisiera”. Sin embargo, advierte, los chavales encuentran en internet ese espacio en el que hacen “lo que quieren”. Aún así, en aras de ser positivo, Díaz opina que la intervención que están haciendo con los mismos chicos está siendo muy productiva. “Aquí es donde está lo más positivo: la mayoría de los jóvenes son conscientes de la situación, reconocen cuándo puede haber un problema y saben que hay que tener cuidado. Aunque insisto en que debe ser un trabajo en las dos direcciones”.

 

Adicción a las pantallas

“Los chavales han caído en este mundo de las tecnologías como paracaidistas. Sin que nadie les guíe, les haga ver cómo y qué es todo esto. Y eso es lo que estamos intentando entre todos ahora, empezando a empezar a hacer. Y pienso que hay mucho por hacer”, opina Díaz, para quien esto “es un tema apasionante que está pegando muy fuerte”. Tanto es así que, aunque se jubiló hace dos años como coordinador del Centro Provincial de Drogodependencias de Málaga,  con más de tres décadas de experiencia, ahora se dedica a estudiar y prevenir sobre este otro tipo de adicción. “Se compara mucho la adicción a internet, con la adicción a las drogas. Estas, al fin y al cabo, el ser humano se las ha ido encontrando a lo largo de la historia, pero el tema de internet no es así,  sino que internet está diseñado para que enganche. Las grandes compañías buscan continuamente la manera de que las personas estén cada vez más tiempo enganchadas a la pantalla”.

La base de cualquier adicción, explica el profesional, “es que haya gratificaciones, porque producen en el cerebro dopamina. Las drogas, unas más y otras menos, producen en el cerebro dopamina, que es un neurotransmisor que nos hace sentir bien, a gusto e intentamos buscar más de ‘eso’ que nos hace sentir a gusto”. Es lo que ocurre por ejemplo con los ‘likes’,  tanto que se habla de que hay personas que basan su autoestima en la cantidad de ‘me gustas’ que reciben en sus redes sociales. “Los likes nos estarían hablando de una de las ratificaciones más importante del ser humano, como es el reconocimiento social”. ¿Y por qué es tan fácil que un joven se enganche a la tecnología? Según Díaz, hay varios factores. El primero, simplemente, por el propio funcionamiento de internet. “Que es inmediato, ubicuo, está en todas partes, nos permite conectar con mucha gente...”. También hay que tener en cuenta la vulnerabilidad de las personas. Los jóvenes por el simple hecho de ser jóvenes ya son más vulnerables. “Su cerebro está en plena maduración”. Y, además, “todo esto no es al azar. Internet está diseñado para que funcione así, para que sea adictiva”, dice Díaz.

 

La importancia del diálogo

Con todo, el psicólogo pretende lanzar un mensaje de optimismo. Ni las pantallas son malas (todo lo contrario), ni todos los jóvenes abusan de la tecnología. Pero sí es importante, una vez más, la prevención y la educación en uso saludable. “Los familiares deben hablar con los chavales, se van a sorprender, porque están mucho más abiertos al diálogo sobre este tema de lo que creen. Son bastante transparentes y conscientes de la situación”. Incluso en estas edades, por muchas etiquetas que tengan los adolescentes de que es muy difícil llegar a ello, Díaz asegura que “son muy capaces de aprender a autocontrolarse”.

 

Por un puñado de 'likes'

Los ‘likes’ o ‘me gusta’ son uno de los factores que producen que se facilite o potencie la adicción a internet. ¿El número de ‘likes’ son importantes para tu hijo? ¿Se alegra más o menos cuando sus publicaciones son valoradas por los demás? ¿El número de seguidores condiciona su vida? Según explica el psicólogo Juan Díaz los ‘likes’, así como los checks o ticks de las redes sociales formarían parte de los factores que producen que se facilite una adicción a internet.  “Es lo que en psicología conductista llamamos los refuerzos o las gratificaciones. Lo que ocurre que hace una conducta se refuerce o se potencie y cada vez sea más importante para nosotros. Y esas gratificaciones, los ‘likes’, quizás sean la que más clara está, la que más en estado puro la podemos ver, pero también los sonidos de las notificaciones o ganar en el videojuego no sé qué cosa, etcétera, tienen el mismo efecto”. Los ‘likes’ son el reconocimiento social, “una de las gratificaciones más importantes para el ser humano”, detalla Díaz . “Que inmediatamente otra persona nos reconozca es muy importante. Así que, ojo con el efecto que tienen estas opciones de las redes sociales en los menores”.

 

¡Autoevalúate!

PiensaTIC+ es un programa interactivo de prevención y reducción de los riesgos del uso problemático de las tecnologías de la información y la comunicación en estudiantes de enseñanzas secundarias. Entra en www.piensaticplus.org, donde encontrarás un sencillo cuestionario, tanto si eres un joven como si eres un familiar preocupado, para saber si tienes un problema de adicción o uso compulsivo de las TIC.