Planta herbácea perenne de pequeño porte, con hojas lampiñas largamente pecioladas y muy parecidas a las de la violeta. El limbo de la misma tiene forma acorazonada y es de color verde oscuro y muy brillante. Las flores son solitarias y hermafroditas, de hasta 4 cm de diámetro, con un intenso color amarillo de aspecto céreo y reluciente que parecen de plástico.

Perianto con 3 sépalos verdosos y siete o más pétalos, a veces hasta 20. En el centro de la misma se agrupan multitud de estambres que rodean unos gránulos  que darán lugar a los frutos cuando se fecunden. Florece durante el invierno a partir de mediados de febrero y la primavera en zonas húmedas, pastizales, riberas y bosques frescos en general, a cualquier altitud si las condiciones son las adecuadas.

Se distribuye por toda Europa y en el oeste de Asia, siendo muy común en toda la Península Ibérica. Ha sido introducida en Norteamérica, donde se comporta como planta invasora.

Presenta unas raíces tuberosas y engrosadas que recuerdan a las hemorroides, hecho que según la “Doctrina de los signos” sugería que debía ser un buen remedio contra las mismas, así que se la conoce también como hierba de las almorranas. También se le atribuyen propiedades hemostáticas y antiescorbúticas dado el alto contenido en vitamina C presente en las hojas.

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