Junto a la escritura y los números, los niños y niñas de Mijas también aprenden el lenguaje del tráfico, del entorno en el que viven como parte de la sociedad que son. Tras esta labor, se encuentran el trabajo del departamento de Educación del Ayuntamiento de Mijas y de nuestra protagonista de hoy, Paqui Lavado.

Mijas Semanal. ¿En qué consiste el trabajo que realiza?
Paqui Lavado. Mi misión principal es la de educadora vial. Voy a los colegios, enseño Educación Vial a los pequeños, quienes tienen que hacer sus pruebas teóricas, como en la autoescuela. Además de prácticas en el propio centro, donde llevamos las señales y ellos se traen las bicis. Se convierte en una actividad que les encanta. También viene la Policía Local y acompaña a los peques en el circuito, en el que se simula una circulación real de tráfico. Es algo muy positivo para los niños y niñas.

M.S. ¿Cómo de importante es la Educación Vial en la formación de nuestros hijos?
P.L. Recuerdo de pequeña, en séptimo u octavo de EGB, vinieron unos señores a impartir una clase de Educación Vial, a mi me hizo mella. Fue muy importante que, tan pequeña, me hiciesen sentir protagonista del día a día en la calle, que despertasen en mí la inquietud y la vocación. Cuando le explicas a los niños temas de Educación Vial te das cuenta de cómo ellos también razonan al respecto. Incluso después, vienen sus madres y padres y me dicen que sus hijos les recuerdan cómo deben comportarse.

“Hay veces en las que no nos damos cuenta de cómo nos comportamos”Ten en cuenta que la Educación Vial es algo que está en nuestras vidas, es algo cotidiano. En los colegios se enseñan muchas cosas fundamentales; matemáticas, lengua, pero también es importante enseñar a nuestros niños a actuar con lo que hay fuera. Enseñarles que es esencial protegerse cuando se circula en coche, en moto, que hay que llevar casco. Son muchos los temas que se abordan y que les afectan. Por ese motivo, también les doy mucha importancia a las preguntas que ellos hacen y a la colaboración que prestan en las clases.

M.S. ¿Y los padres colaboran?
P.L. A veces, los pequeños comparten conmigo las trabas que sus padres ponen en materia de Educación Vial. Me dicen: “¡es que mi padre pasa y no se pone el cinturón!”. Yo les digo que ellos mismos tienen que ser conscientes de que tienen que ponérselo. Y además invitar a los demás a que lo hagan. Que sean, de esa forma, protagonistas del cambio educacional. 

M.S. Incluso puede ser una forma de concienciar a los padres.
P.L. Cuesta mucho encontrar a personas que cumplan todos los requisitos para una correcta circulación. Cuando no es alguien sin cinturón, es alguien conduciendo con el móvil, sin casco o cruzando por donde no debe. A veces ves cosas que son para echarse las manos a la cabeza. Si a través de lo que aprenden en el cole conseguimos que los alumnos conciencien a los mayores, siempre mejoramos nuestra convivencia.

M.S. ¿Debería implicarse más la sociedad con la seguridad vial?
P.L. Por supuesto. Ayer mismo le llamé la atención a una chica joven. Cruzó la calle, camino del instituto, pasando entre los coches, con los cascos de música puestos. Le pregunté educadamente que si no sabía que a escasos metros había un paso de cebra y que esa hubiese sido la forma más educada y correcta de cruzar. Otro ejemplo lo tengo con mi propio hijo, ha llegado a decirle a una mujer que no cruzara el paso de peatones con el muñeco en rojo [semáforo]. Al final, todo es cuestión de compromiso.

Hay veces en las que no nos damos cuenta de cómo nos comportamos, es bueno que el resto de personas nos lo recuerden, de forma educada, diciéndolo de buenas maneras. No soporto que nadie le de lecciones a nadie, porque todos podemos cometer un fallo en cualquier momento. El objetivo principal de mi trabajo es que todos seamos un poco más cívicos y que comprendamos al resto de usuarios de la vía.

M.S. ¿Alguna otra responsabilidad, al margen de la Educación Vial?
P.L. Dentro del departamento también llevo los asuntos de transporte escolar. Las paradas, los informes. Prácticamente me subo en el autobús para comprobar el recorrido. A pesar de que las competencias no sean del municipio, el Ayuntamiento siempre lleva a cabo una supervisión. Sobre todo por tener toda la información de un servicio que se ofrece a los vecinos, así se puede prever cualquier problema para subsanarlo si fuese necesario.

M.S. Si los padres reclaman una nueva parada en al ruta, ¿van al Ayuntamiento?
P.L. No. Eso hay que solicitarlo al director del colegio, él es quien tiene la competencia para hacerlo. Es la persona que puede solicitar una parada en función de la demanda. Nosotros, desde el Ayuntamiento, ayudamos a que el apeadero, si fuese necesario, esté bien acondicionado, se señalice correctamente, incluso que tenga un informe favorable de la Policía Local. 

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