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Sábado 23/11/2024

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Mi novia es una regadera

Con motivo de la celebración del XVI Festival de Málaga de cine español, he podido ver el cortometraje “A.A.O.I.”, (Asociación de Amantes de Objetos Inanimados). En él los personajes se enamoran y mantienen relaciones con objetos.

Con motivo de la celebración del XVI Festival de Málaga de cine español, he podido ver el cortometraje “A.A.O.I.”, (Asociación de Amantes de Objetos Inanimados). En él los personajes se enamoran y mantienen relaciones con objetos. Un personaje mantiene una relación amorosa con una regadera, otro sale con una hucha, otro con una sombrilla, con un mechero. Los protagonistas no se muestran angustiados ni preocupados por este tipo de relación, todo lo contrario, se manifiestan felices, y se reúnen para apoyarse y compartir esta característica que les une.

Esto es un corto de ficción, pero no está lejos de la realidad. A nuestro alrededor nadie dice que su pareja es un objeto, pero de hecho la relación principal de muchas personas es con objetos: el ordenador, la televisión, los videojuegos, las drogas. Aunque cada uno de estos objetos tiene unas características especiales, lo que tienen en común es que relacionarse con ellos no comporta la complejidad ni la exigencia que tiene relacionarse con otro ser humano. Los humanos hablan, tiene gustos, desean, demandan, ponen condiciones y limitaciones. En cambio un objeto siempre está a nuestra merced, sin protestas ni negociaciones, a cambio de muy poco o de nada.

En la mayoría de las ocasiones, esta forma de relacionarse responde a una dificultad para establecer un vínculo con el otro, una dificultad para relacionarse con alguien que no sea uno mismo. Esto pasa cuando no se sabe qué hacer con las diferencias que se ponen de manifiesto ante el encuentro con los demás. Porque todos los humanos somos y hacemos de una forma diferente.

“Mientras mi novia sea una regadera” evito enterarme de la esencia del ser humano. De este modo hay quien sin intención consciente, dirigen sus actos a cosificar a su pareja. Este es el lado divertido del corto: hacen desaparecer los entresijos que entrañan  mantener una relación. El aspecto inquietante es que salir con objetos puede resultar aburrido, aterrador, y es impropio de humanos.

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