El Pleno del Ayuntamiento de Mijas ha acordado hoy (25 de abril) por unanimidad solicitar a la Administración del Estado la liberalización de la autopista AP7, cuyo peaje está considerado como uno de los más caros de España, o en su defecto la reducción de sus precios, así como la puesta en marcha de un plan de fomento del transporte público en la Costa del Sol, como fórmulas para restar densidad de tráfico a la autovía A7

El acuerdo fue adoptado tras incorporar el equipo de gobierno una propuesta al efecto realizada por el Grupo Socialista, en el transcurso del debate del noveno punto del orden del día por el que se solicitaba la conversión de la autovía A7 en carretera convencional, lo que también fue aprobado por la mayoría de los miembros.

La solicitud de la liberalización del peaje de la autopista provocó un denso debate entre los distintos grupos, que mostraron la necesidad de reducir el nivel tráfico que a diario soporta la A7 - vía rápida legalmente calificada desde 2003 como autovía aunque no cumple los parámetros exigidos por tener tal condición – frente al discreto nivel de uso de la autopista de peaje.

No obstante, el equipo de gobierno planteó la dificultad que supondría a la Administración del Estado liberalizar la autopista, vía de la que es adjudicataria la sociedad Ausol, que en 1996 se adjudicó el concurso para su construcción y gestión.

El precio del peaje es, a juicio de los corporativos mijeños, el principal escollo del por qué los conductores no optan por la autopista y prefieren circular por la A7. De hecho, un informe elaborado por técnicos de los ayuntamientos de Estepona y Mijas señala que para tramos de 25 kilómetros de longitud, el precio del peaje debería situarse  en 1,5 euros/tramo, aunque “la realidad es muy superior”, señaló el concejal de Urbanismo, Manuel Navarro, y supondría “adaptar los precios de la autopista a la media española”, según sostuvo el portavoz del equipo de gobierno, Mario Bravo.

En dicho informe se sustenta también la petición realizada hoy por el pleno del Ayuntamiento de Mijas, para que la A7 pierda su condición de autovía y recupere la de carretera convencional. Cambio de nomenclatura que el concejal de Urbanismo, Manuel Navarro, justificó en que tendría “muchos beneficios para Mijas”, entre los que citó “la liberalización de espacios como zonas de equipamientos públicos, la rebajarse la distancia mínima de edificación a 25 metros de la carretera”, para poder hacer “carriles bici, un paseo peatonal o pistas deportivas”.

Igualmente, si el Ministerio de Fomento aceptara la conversión de la A7 en carretera convencional, desde el Ayuntamiento se podrían plantear “nuevos accesos y más cercanos a las urbanizaciones existentes” así como promover “la construcción de rotondas y glorietas que calmaran la velocidad del tráfico y permitieran cambios de sentido mejorando la conectividad” de la carretera o, entre otras “la posibilidad de transformar en una gran avenida o un gran bulevar” la actual autovía. No obstante, el equipo de gobierno dejó claro que “ahora sería imposible” acometer dichas mejoras, habida cuenta la situación de la economía española.

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