A escasas horas de despedir el año y darle la bienvenida al 2026, el Mercado Municipal de Mijas Pueblo se llena de vida. Cestas y bolsas hasta arriba con pescado, carne, uvas y algún que otro capricho navideño anticipan cómo serán las mesas mijeñas en Nochevieja. Hemos recorrido sus pasillos para preguntar a vecinos y tenderos qué se va a cenar, quién cocina y cómo se viven estas fechas tan señaladas en el pueblo.

Del cordero al horno al pulpo a la gallega

Remedios Valenzuela sale del mercado con la compra casi hecha. Vecina y clienta habitual, asegura que “ya compré para Nochebuena y para Nochevieja será un poquito más de lo mismo”. En su casa, la organización es cosa de dos: ella y su marido piensan juntos el menú y hacen la compra. En su mesa no faltará el “cordero al horno, algo de marisco y entrantes”, además del turrón y las uvas, que Remedios ya ha comprado “antes de que se acaben”. Para ella, todo se encuentra en el mercado: “Si lo buscas, lo encuentras. Y así potenciamos la economía del pueblo”.

En el puesto de Pescados y Mariscos Isabel y Félix, Félix Claros despacha sin parar. Según él, es el único pescadero del mercado y del pueblo y, en estas fechas, los productos estrella están claros: rape, calamar, gambas, almejas, mejillones, langostinos o patas de pulpo, que “durante el año se venden menos, pero en Navidad triunfan”, asegura. El tendero nota además que la gente compra con cabeza: “La economía está endeble y se administra lo comprado en Navidad para que sobre también para Nochevieja”. Además, habla de la vida de los mercados de barrio: “se van perdiendo porque falta gente mayor, pero viene una generación joven que aprecia el buen producto, y eso es un encanto”.

Francisca Navarro es una de esas clientas de toda la vida. Pasa cada día por el mercado, aunque este año su Nochevieja, dice, será distinta. Tras enviudar, no tiene ganas de celebraciones y espera la invitación de sus hijos. Aun así, valora el mercado como un lugar donde se encuentra de todo y, sobre todo, el trato cercano: “Si no fueran agradables, no vendría”. Para ella, comprar aquí no tiene nada que ver con un gran supermercado.

Otro de los clientes del mercado afirma que en su Nochevieja se reunirán entre 15 y 20 personas y, como antiguo cocinero con más de 50 años de experiencia, le tocará “pringar” y ponerse a los fogones. Su menú estará compuesto, nos dice, de “pulpo a la gallega, verduras, quesos, jamón y lo clásico de estas fechas”. Y como buen profesional retirado, sabe dónde comprar y apuesta por el producto local.

Más allá de la mesa

Pero la Nochevieja no es solo comida. En la Floristería Iris, Inmaculada Pérez explica que las flores se venden sobre todo antes de Nochebuena. “Con el frío duran más y enero suele ser flojo”, detalla. En su casa, la compra se hizo toda junta antes de Navidad, con productos frescos que se congelan para la última noche del año. El plan es hacer comida familiar y después acudir a la carpa de la plaza Virgen de la Peña, donde “habrá fiesta hasta las 6 de la madrugada”. Inmaculada destaca que Mijas Pueblo siempre tiene encuentros y celebraciones que llenan la agenda navideña de planes.

En cuanto al menú, apuesta por “una sopita para asentar el estómago, solomillo con salsa de vino dulce de Málaga y piñones, pasta, y postres sobrantes de Navidad”. En su casa, la cocina se reparte, cada uno hace un plato; otros montan y recogen la mesa. “Aquí todos ayudan”, afirma.

Isabel Madueño, por su parte, aún no ha hecho la compra definitiva. Este año, probablemente, cenará solo con su hija, ya que “el resto de la familia está repartida”. Ella y su hija tirarán de clásicos: “una carnecita rica y las uvas”.

Entre corderos, langostinos, flores y uvas, el Mercado Municipal de Mijas Pueblo vuelve a asumir su papel protagónico unas Navidades más, siendo mucho más que un lugar donde comprar. Es un punto de encuentro donde se cruzan las historias de los vecinos del pueblo.

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