Muy emotivo fue el Otoño de Rapsodia que se celebró este viernes 31 en el Teatro Manuel España de Las Lagunas. En las butacas, estudiantes mijeños de secundaria y bachillerato que escuchaban atentos las historias recitadas de los poetas. Algunas experiencias propias y otras, versos de Antonio Machado, Manuel Benítez Carrasco o Federico García Lorca. 

Es el segundo año que se celebra este evento cultural y, en esta ocasión, recitaron los poetas y rapsodas Enrique Parapar, Orfa Zapata y Pepe Sibajas, que ofrecieron un amplio recital de poemas clásicos y obras propias. La puesta en escena también contó con el acompañamiento al cante de Juan Blanco y a la guitarra de Juan Cobo. El evento estaba organizado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Mijas, en colaboración con la Asociación Mijeña Amigos de la Literatura y del grupo Amanecer Fuengirola. 

Buena acogida
El espectáculo terminó con un gran aplauso por parte de los jóvenes estudiantes. “De verdad que nos reciben con un cariño enorme y durante el acto noto un silencio y una atención especial que me sorprende. Está visto que nuestra juventud está bien educada, sobre todo, para respetar a los  mayores”, opinó Parapar, quien recordó la importancia de mantener viva esta rapsodia, “algo tan cultural y tan histórico. 

El rapsoda recordó el papel que antaño tenían estos recitadores: “Los rapsodas en tiempo de romanos y griegos eran personas que expresaban, crónica viva para el pueblo, que contaban en sitios públicos los acontecimientos de las ciudades, ahí tenemos a Homero”, apuntó, al tiempo que resaltó la importancia de que los jóvenes conozcan esta cultura.  

 

Conectando generaciones
“Desde que tengo uso de razón tengo una relación especial con la rapsodia, por motivos de trabajo no he podido desarrollarla pero siempre ha sido mi pasión y mi ilusión”, comentó, por su parte, José Antonio Sibajas, que también valoró la importancia de difundir esta pasión a los jóvenes. “Transmitir este noble arte a todas las edades y a todas las generaciones es muy especial porque hoy por desgracia, con tanta tecnología, se están olvidando costumbres, valores y tradiciones que en otra época, valga la redundancia, marcaron una época”. 

 

Por su parte, los estudiantes también pusieron en valor este tipo de puestas en escena. Muchos sintieron la misma emoción que uno siente cuando un abuelo le cuenta sus vivencias. “La verdad que ha sido muy emotivo, han recitado con mucha expresividad, y la verdad es que es de aplaudir que a su edad hagan estos espectáculos, a mí me parece increíble”, comentó la joven Ivayla Emilova. “Los mayores forman parte de nuestra vida, ellos nos cuentan cómo fue su infancia, sus experiencias y siempre es muy interesante”, agregó esta estudiante de primero de bachillerato. 
“Creo que lo que hemos oído hoy refleja bastante todo lo que han vivido estos mayores en su vida, ahora las cosas se viven de otra manera y escucharles me ha parecido muy emotivo”, agregó otra joven compañera, Rocío Pirone. Sobre la guerra, el papel de las mujeres, los abuelos, la vida misma, de todo se habló y reflexionó en esta Rapsodia de Otoño.
 

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