Cualquier cambio que se implante lleva siempre aparejado un período de adaptación. Es el caso de la semipeatonalización del casco histórico de Mijas Pueblo que recientemente ha implantado el Ayuntamiento de Mijas como “experiencia piloto”. El objetivo es incentivar el turismo y hacer del pueblo un lugar más atractivo y agradable para todos, según el alcalde, Ángel Nozal.

Actualmente, el acceso al tráfico está restringido a los turistas, mientras que los residentes pueden seguir circulando como lo venían haciendo hasta ahora. Pero la iniciativa, de momento, ha despertado diversidad de opiniones entre vecinos y comerciantes. Los turistas lo tienen claro: prefieren pasear con menos ruidos, menos contaminación y sin tantos coches.

Mijas Semanal recoge las impresiones de varios expertos en la materia, también nos fijamos en otras iniciativas similares, como la peatonalización de la céntrica calle Larios en Málaga capital que, según dicen, es un éxito. “Mijas reúne todos los requisitos para ser peatonalizado.

El municipio está muy diversificado, con playa, campo, núcleo urbano y algo que explota casi como un monopolio: el casco histórico del pueblo”, opinó el arquitecto malagueño de reconocida trayectoria, Salvador Moreno Peralta. “Deambular tranquilamente por Mijas es un valor en sí mismo; el pueblo no tiene grandes monumentos, es un monumento en sí mismo”.

“A nivel turístico, la peatonalización es un éxito asegurado”, opinó la presidenta de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Málaga, Trinidad Fernández-Baca, que apuntó la importancia del “diálogo con los comerciantes” ya que, a su juicio, “la mejor cara que le podemos ofrecer al turista es la sonrisa de quienes le atienden”.

“Tenemos que partir de que la principal industria de Mijas es el turismo. Los turistas que nos visitan vienen a ver el casco histórico por su tipismo andaluz, sus calles estrechas, las casas encaladas… Y si eso se disfruta a pie tranquilamente, mejor”, apuntó Javier Fructuoso, guía turístico de Investur, una agencia mijeña que el año pasado atrajo al pueblo más de 2.000 grupos turísticos organizados.

“Además de visitar la ermita de la Virgen de la Peña, la Casa Museo o la plaza de toros, los turistas disfrutan paseando y haciendo fotos de cualquier bonito rincón”, añadió.

Nuevos hábitos

“Cambiar los hábitos es complicado”, opinó el concejal de Vía Pública, Juan Carlos González. “Somos conscientes de que la medida tardará tiempo en dar sus frutos, pero se trata de evitar que los turistas que vienen en coche, pierdan el tiempo buscando aparcamiento y que los que vienen a pie puedan pasear tranquilos”.

Por su parte, el edil de Turismo, Santiago Martín, añadió que “en las ciudades donde se ha implantado la peatonalización, ha sido un acierto para los comerciantes. Nuestro potencial competidor son los grandes centros comerciales y nosotros nos tenemos que diferenciar de eso, Mijas es un pueblo tradicional andaluz, no una gran ciudad y no queremos serlo”.

“Considero que si la cosa funciona, hay que ir adelante, pero si no, se debería echar marcha atrás, opinó el presidente de la Asociación de Comerciantes de Mijas, Juan Roca, quien dejó la puerta abierta a un posible regreso a ‘lo de antes’.

Ángel Nozal: “Era muy incómodo pasear por el pueblo, debíamos buscar una solución”

Desde que el Ayuntamiento de Mijas ha restringido el tráfico rodado en el casco histórico de Mijas Pueblo, los vecinos aún se están acostumbrando. El tránsito está limitado a residentes y a los viajeros que pernocten en alguna de las dos hospederías ubicadas en el enclave. Se trata de un “experimento” para favorecer el tránsito peatonal en calles de elevada afluencia de turistas, explicó el alcalde, Ángel Nozal.

Tanto en la calle Málaga como en la plaza Virgen de la Peña se instalaron señales, en español e inglés, que indican la restricción del tráfico y también dónde se encuentra el aparcamiento municipal. “Lo que pretendemos es evitar que los turistas pierdan el tiempo dando vueltas por el pueblo buscando un aparcamiento, porque, además, en el casco histórico apenas existen zonas donde estacionar” y, a su juicio, las plazas que hay deberían ser usadas por los residentes.

La restricción del tráfico va acompañada de medidas complementarias, con zonas para carga y descarga en El Compás, la Plaza Virgen de la Peña y El Barrio, se ha habilitado la Cantera del Puerto para el aparcamiento de autobuses y hay en marcha un plan de embellecimiento. El tráfico se mantiene abierto para taxis, servicios de emergencias y Correos, entre otros.

En cualquier caso, según el alcalde, se trata de un “ensayo”. “Era muy incómodo pasear por el pueblo, debíamos buscar una solución, ¿o nos quedamos como estábamos?”.

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