Corría el año 1520 cuando la reina musulmana Juana de Carlos huye de su marido, el sultán de Fez, con Esteban Peres, un esclavo cristiano del que se enamoró. Después de combatir muchos obstáculos por el camino hasta llegar a la península ibérica, juntos lograron arribar al reino de Castilla para establecerse en Mixas (Mijas). Así reza la sinopsis del libro ‘La reina de las dos lunas’, una obra del fallecido escritor malagueño José Manuel García Marín, y que, según los pocos datos existen a día de hoy, fue una historia de amor verídica de la que las calles de la Villa de Mijas fueron testigo.
Según el técnico del Archivo Histórico Municipal de Mijas, Salvador Arias, “el primer padrón conocido del municipio data de 1590, aunque los primeros datos que podemos encontrar al respecto en el archivo son de antes de la reconquista de los Reyes Católicos, de 1487, y en él, se recogen un total de 80 cabezas de familias”. Una cifra pequeña, que con el paso del tiempo fue creciendo y que, según Arias, no recoge el paso de esta pareja de enamorados ya que, según argumenta, “tuvo que ser muy breve el tiempo que estuvieron en la villa”, eso sí, explicó que “esto no quiere decir que no hayan estado, puesto que, probablemente, haya algún documento a nivel nacional que recoja su estancia en el municipio”.
Tal fue la repercusión de este romance que según relata el libro de García Marín, Carlos V y Germana de Foix apadrinaron el bautizo de la sultana, que incluso llegó a adoptar el nombre de doña Juana de Carlos, en honor al rey.
Paseo de la Muralla
Tras la publicación de ‘La reina de las dos lunas’, el Ayuntamiento de Mijas dedica desde 2015 un espacio en la zona del entorno de La Muralla de Mijas Pueblo a esta obra en el que se exponen cuatro monolitos que narran brevemente la historia de amor prohibido de esta pareja medieval.
