La Policía Local de Mijas ha abierto tres expedientes sancionadores contra otros tantos vecinos del municipio por quemar rastrojos sin el requisito de la previa comunicación al Ayuntamiento o por hacerlo fuera del horario permitido y con condiciones climáticas adversas.
El Ayuntamiento de Mijas dictó normas para regularizar la quema de rastrojos agrícolas, como fórmula para evitar la posible propagación de incendios en las áreas rurales, fijando como días hábiles para tal fin los viernes y sábados entre la salida y la puesta del sol, previa comunicación a Bomberos, Policía Local o en los registros del Ayuntamiento de Mijas o las tenencias de Alcaldía de Las Lagunas o La Cala de Mijas.
A las 19.00 horas del viernes, cuando ya se había puesto el sol, la Policía Local fue advertida de la quema de rastrojos en una finca ubicada en las inmediaciones de la carretera que conecta Las Lagunas con Cerros del Águila. Cuando la patrulla llegó al lugar de los hechos comprobó como seguían ardiendo las piras –compuestas por restos de tala de olivo– sin que junto a los fuegos hubiese alguna persona responsable.
Esta quema fue comunicada al Ayuntamiento, pero la misma continuaba una hora después de que expirase el periodo habilitado. Minutos después fue localizado el propietario del solar, quien al filo de las 19.40 horas comenzó a extinguir el fuego utilizando para ello una máquina retroexcavadora, a pesar de lo cual los agentes actuantes abrieron el correspondiente expediente sancionador por vulneración de la normativa municipal.
A las 4 de la tarde del sábado 2 de febrero, la Policía Local de Mijas fue alertada de que en una zona próxima a la Cala Resort –donde a medio día se produjo un pequeño incendio forestal– se estaba produciendo una quema de rastrojos. Se trataba una jornada en la que reinaba un fuerte viento, circunstancia que desaconseja cualquier práctica vinculada con el fuego, tal y como asegura la normativa vigente.
El propietario de la finca, que también resultó expedientado, sí había comunicado la quema al Ayuntamiento, que fue realizada en horario matutino, si bien el fuego no fue bien extinguido, reavivándose por la fuerza del viento.
Por último, el domingo 3 de febrero, alrededor de las siete de la tarde, la Policía Local acudió al diseminado La Atalaya como consecuencia de una quema de rastrojos que se realizaba en día distinto a los permitidos. El propietario del solar, que fue sancionado por quema sin autorización, aseguró a los agentes actuantes que conocía la normativa municipal, pero que no estaba dispuesto a realizar el trámite de la comunicación previa.
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