Cardo de hasta 1 m. de altura, de tallo rígido y cubierto de un tomento blanco que le da un aspecto afieltrado (de ahí el epíteto específico ‘tomentosa’).
Las hojas son parecidas a las del cardo borriquero (Silybum marianum), con el nervio central y las manchas blancas, aunque mucho más estrechas y divididas en segmentos espinosos.
Poseen el haz liso y brillante, pero son blanquecinas y tomentosas en el envés. Al igual que las demás compuestas, forma cabezuelas florales, en este caso de no más de 1,5 cm y a veces algo péndulas.
La inflorescencia es de color rosa o violeta, a veces blanquecina, formada por varios capítulos aplanados y brácteas que se estrechan formando espinas. Las flores son tubulares y tienen un tacto suave y aspecto plumoso.
Florece durante la primavera y el verano, dando lugar al fruto en forma de aquenio con semillas o vilanos plumosos.
De distribución Mediterránea, es uno de los cardos más frecuentes de los campos de cultivo, barbechos y bordes de caminos, que podemos encontrar tanto a nivel del mar como zonas de montaña hasta los 1.300 m. de altitud.
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