Éxito absoluto en la exhibición de taichí de los alumnos de este taller de la Universidad Popular de Mijas. Con las localidades completas, el Teatro Las Lagunas acogió ayer a más de 60 alumnos de este curso, que hicieron una exhibición de este arte milenario junto a su profesora, Rosa Martín. “Ha venido mucha gente de público y hemos aprovechado que el teatro estaba lleno para practicar todos juntos y crear esa energía y esa vibra tan alta y tan positiva entre todos”, aseguró la monitora.

Una exhibición que tuvo lugar el pasado miércoles 1 de junio y que culminó uniendo energías entre público y discípulos. “Ha sido muy apreciado por el público, lo hemos hecho con mucho amor y con muchas ganas y lo que más me gustó es que terminamos con el público, que eso ha sido muy bonito”, señaló Alicia Stachowski, una de las alumnas, mientras que su compañera María José Flores puntualizó que “en los grupos que tenemos de taichí sentimos mucha hermandad, te sientes muy unida a tus compañeros, es como si hubiera una energía común y todos vamos a una. Ha sido muy bonito terminar con el público porque es como si ellos también formarán parte de nuestro espectáculo, de lo que nosotros hemos hecho, del ejercicio, y de esa energía tan bonita que fluye entre nosotros”.

 

Un arte marcial milenario

El taichí es un arte marcial que practican millones de personas en todo el mundo debido a los múltiples beneficios que ofrece, tanto a nivel corporal como mental. Una disciplina que puede practicar cualquier persona, independientemente de su edad o género. El edil de la Universidad Popular de Mijas, Hipólito Zapico (PSOE), también acudió al teatro: “Este grupo de taichí nos ha traído una pequeña muestra de lo que realizan. En los cursos de taichí tenemos más de 300 alumnos matriculados en los distintos niveles y edades”, señaló Zapico, que añadió que “es una maravilla verlos haciendo este deporte que además tiene unas consecuencias terapéuticas fantásticas, sobre todo, para la movilidad, los problemas de artritis o artrosis y todo lo relacionado con las articulaciones. Además, genera ese espíritu de paz y tranquilidad”.

 

Por último, Martín recibió un obsequio tras terminar la demostración. Un acto que honra a sus alumnos y demuestran la gratitud que el taichí aporta a sus vidas.

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