Las imágenes del Cristo Crucificado y de María Santísima de los Dolores de La Cala volvieron a salir este Viernes Santo en estación de penitencia. Tras dos años de parón por la crisis sanitaria, el colectivo religioso caleño decidió retomar su tradicional procesión, "a pesar de lo complicado que han sido los preparativos", reconocía su hermano mayor, José Sena.  Fue una noche muy emotiva y algo diferente a las de años anteriores ya que, esta vez, el Cristo fue llevado a hombros por cinco portadores y portadoras de la hermandad, mientras que la imagen de Los Dolores fue procesionada en el trono del Crucificado. "Entre una cosa y otra, nos ha resultado imposible restaurar el trono de la Virgen de los Dolores, que estaba muy deteriorado, por eso decidimos que el trono del Cristo fuera para ella, porque queríamos que luciese bonita, después de las mejoras que le hemos realizado, especialmente en su cara y en sus manos", explicó Sena, quien también aseguró haberse sentido bastante nervioso durante la noche, "porque quería que todo saliese bien, a pesar de las circunstancias".

Otra de las novedades de la noche fue la lectura de las catorce estaciones del vía crucis a cargo del párroco de La Cala, Juan Baena, así como de miembros de la hermandad caleña. Estas paradas se hicieron durante toda la procesión, que recorrió por puntos tan céntricos del núcleo marinero como calle Ronda, Casares, Manilva, Torremolinos, el bulevar de La Cala o la calle Marbella, hasta llegar de nuevo a las puertas de la Casa Hermandad. Todo ello, además, acompañado por una representación de músicos de la Banda de Música de Mijas y la Agrupación Musical de Las Lagunas. 

Afortunadamente, el tiempo acompañó durante esta jornada tan esperada por los caleños, que vivieron con solemnidad y respeto el Viernes Santo. También fueron numerosos los visitantes que quisieron acercarse para presenciar esta bonita tradición religiosa y cultural. 

Comparte esta noticia desde el siguiente enlace: https://mijascom.com/?a=23868