Unos centímetros más atrás para mejorar el ángulo de un selfie si nos encontramos al borde de un acantilado puede ser mortal. Lo mismo ocurre si nos hacemos un autorretrato en el centro de una ciudad invadiendo sin darnos cuenta la calzada. Corremos el riesgo de ser atropellados. Ni qué decir de los selfies que se hacen  conduciendo un vehículo, practicando un deporte de riesgo o en medio de una catástrofe natural, como una tormenta eléctrica, un incendio o un diluvio. Entre 2011 y 2017 en todo el mundo 259 personas perdieron la vida mientras trataban de sacarse un selfie, según un estudio del Journal of Family Medicine and Primary Care. España es, además, el segundo país europeo y cuarto del mundo en el ranking de muertes por selfies. Países como Rusia e India ocupan las primeras posiciones de la lista.

Pero resulta imposible contabilizar los fallecidos por lo que se conoce como ‘selficidio’, porque muchas de estas muertes no se califican como tal. Y es, debido a estos datos preocupantes, por lo que hace unos años empezaron a desarrollarse  campañas para prevenir estas prácticas arriesgadas. La plataforma Pantallas Amigas, por ejemplo, puso en marcha la iniciativa ‘Diez situaciones a evitar para un selfie sin riesgos’. Se trata de un decálogo en formato de viñetas y vídeos que relatan situaciones cotidianas en las que se pone la vida en peligro mientras tratamos de realizar una autofoto, ya sea en un entorno natural privilegiado, en situaciones de movilidad arriesgada o simplemente por no prestar la atención adecuada a nuestro entorno.

La moda de los selfies Las redes sociales han ayudado también a popularizar la moda de los selfies peligrosos. Es verdad que algunas de estas muertes ocurren de manera accidental, por hacerse una foto temeraria sin pensar en las posibles consecuencias, pero es que de unos años para acá también se han popularizado los retos de hacerse fotos extremas por un puñado de likes. Sin ir más lejos, este pasado mes de julio la ‘influencer’ Sophia Cheung, originaria de Hong Kong, que tenía en su cuenta de Instagram más de 17.000 seguidores que seguían atentos todas sus publicaciones en las que desafiaba los límites de la gravedad haciéndose fotos arriesgadas, lamentablemente falleció haciéndose una de estas imágenes. Sophia, de 32 años, había ido con tres amigos al parque de Ha Pak Lai, un entorno natural frecuentado por ‘influencers’. Decidió aquel día que su imagen tenía que ser diferente a las que habitualmente se veían del lugar y procedió a tomarse un selfie al borde de la cascada Pineapple Mountain. La ‘influencer’ se situó al borde de la cascada, pero la mala suerte quiso que no pudiese volver a sujetarse tras tomarse la foto. Sophia realizó una mala maniobra y acabó precipitándose al vacío.

También este año, mientras se sacaban selfies, al menos 38 personas murieron en la India en medio de una tormenta eléctrica tras ser alcanzadas por los rayos. La foto de un joven sacándose una foto mientras corría los Sanfermines en Pamplona en 2014 dio la vuelta al mundo hasta convertirse en trending topic, pasando a engrosar la lista de selfies más peligrosos. Ejemplos de  fotos extremas con final fatídico, desgraciadamente, hay muchos.

Por eso, este verano, una época en la que nos solemos hacer muchas fotos, debemos extremar la precaución. Educar a los niños en la prevención es fundamental: algo tan sencillo como no permitir que vayan andando por la calle mirando el móvil debemos tenerlo muy presente. Y, como siempre los adultos deben ser el mejor ejemplo. “Las cosas pasan en décimas de segundo”, opina Jessica Benítez, madre de dos pequeños. Muchos en la calle reconocen que se hacen muchas tonterías por una buena foto”, dice Juan Pablo Tomba. “Es un tema que incluyo tratamos en clase, a raíz de un caso que fue muy sonado de unos chicos que se precipitaron de una torre eléctrica”, comenta otro joven caleño , Nicolás Rodríguez. “Yo sí me suelo hacer selfies normalmente, pero seguros, aunque es verdad que alguna que otra vez me he podido dar un susto”. Así que ya sabe, asegúrese primero de estar en un sitio totalmente seguro antes de disparar. Al fin y al cabo, es solo una foto.