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Sábado 23/11/2024

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Juan Antonio Candón, asesor: “La única manera de que Mijas progrese es trabajando sin descanso”

Seguro que lo han visto alguna vez detrás del volante del vehículo en el que viaja el alcalde de Mijas. Sin embargo, Juan Antonio Candón no es solo el chófer del primer edil, sino también uno de los responsables de comprobar que todo esté en orden en el municipio, además de velar para que los contratiempos que afectan a los vecinos tengan una rápida solución.

Seguro que lo han visto alguna vez detrás del volante del vehículo en el que viaja el alcalde de Mijas. Sin embargo, Juan Antonio Candón no es solo el chófer del primer edil, sino también uno de los responsables de comprobar que todo esté en orden en el municipio, además de velar para que los contratiempos que afectan a los vecinos tengan una rápida solución.

Mijas Semanal. ¿Cuál es el día a día de Juan Antonio Candón?

Juan Antonio Candón. Mi jornada laboral comienza muy temprano, al igual que la del alcalde Ángel Nozal, con quien paso muchas horas al día. Al primer edil le gusta empezar a trabajar muy temprano y se pasa muchas horas al día al pie del cañón. 

Por las mañanas, suele estar en el despacho, tiempo que aprovecho para realizar otras labores distintas a las que mucha gente piensa que hace el chófer de un alcalde. Prácticamente, soy un inspector más de la vía pública en materia de obras, limpieza, vertidos, medio ambiente o playas. 

Tengo la misión de comprobar que todo esté en orden, por ejemplo, la ubicación de los contenedores de basura, además de dar parte de los lugares donde faltan contenedores de reciclaje o, entre otras cosas, compruebo la veracidad de las quejas vecinales y doy partes para que los Servicios Operativos arreglen el problema en el menor espacio de tiempo.

M.S. Dice usted que el alcalde pasa muchas horas por la mañana en el despacho. ¿Cuál es su función por las tardes como asesor?

J.A.C. Pues hago lo mismo que por las mañanas, aunque por las tardes suelo estar con el alcalde, que también realiza una intensa labor de comprobación del funcionamiento de todo el municipio y de todos los servicios municipales. Probablemente, Ángel Nozal sea quien más partes de trabajo entrega a Servicios Operativos para solucionar problemas del municipio.

M.S. ¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?

J.A.C. Lo que más me gusta es poder ayudar a los ciudadanos de Mijas a resolver sus problemas. También me hace mucha ilusión que hay vecinos a los que no conocía con anterioridad y que ahora me llaman por mi nombre. Señal de que están agradecidos de nuestro trabajo.

M.S. ¿Qué ha aprendido en estos meses?

J.A.C. A ver Mijas con una mirada crítica. Ahora veo problemas que antes ni me imaginaba y conozco calles y caminos rurales que ni sabía que existían. Y, lo más importante, he aprendido a valorar la función que tienen los miembros del equipo de Gobierno.

M.S. ¿Qué cree que espera el alcalde de sus asesores?

J.A.C. Ángel Nozal es un trabajador incansable y creo que todo su equipo, tanto concejales como asesores, saben que la única forma para que Mijas progrese es trabajando sin descanso. Yo, como el resto de mis compañeros, no tengo horarios establecidos, ni días de descanso. 

Puedo tener una idea de la hora a la que empiezo, pero nunca cuándo acabo. Todos los días son como si fuera un lunes. Pero, ciñéndome a su pregunta, creo que el alcalde espera de todos nosotros compromiso, honradez, sinceridad, responsabilidad y que estemos siempre atentos a las necesidades de los ciudadanos de Mijas.

M.S. ¿Cree que los ciudadanos reconocen la labor de los asesores?

J.A.C. No estamos aquí para que nos reconozcan personalmente nada. Pero sí es cierto que, cada vez más, los vecinos de Mijas están comprobando lo que hacemos tanto concejales como asesores. Y con eso nos basta a todos.

M.S. ¿Percibe cierta falta de civismo en Mijas?

J.A.C. En su conjunto, los ciudadanos mijeños son cívicos, respetuosos con su ciudad, con su entorno natural y con el patrimonio del municipio. Pero siempre, como sucede en todos los sitios, hay personas que parecen empeñadas en lo contrario. 

La inmensa mayoría de los mijeños no tira papeles al suelo, recogen las cacas que hacen sus mascotas en las aceras, echan la basura orgánica en su contenedor y, cada vez más, la gente separa sus residuos y recicla. Pero yo no diría falta de civismo, tal vez que no siempre la población ha sido concienciada para que contribuya con su esfuerzo a la sociedad mijeña.

M.S. ¿Qué cambiaría de Mijas? ¿Por qué?

J.A.C. Mijas me encanta como es. Yo creo que a Mijas le falta justo lo que estamos haciendo desde este equipo de Gobierno. Limpieza, orden ciudadano, mejora en su imagen y, sobre todo, impulsar su economía para que se generen puestos de trabajo. 

Al alcalde le duele mucho la situación de los nueve mil mijeños que están desempleados y lo pasa mal cada vez que alguna persona le cuenta su situación, porque en un Ayuntamiento con la deuda que ha recibido este equipo de Gobierno, no puede ser la solución contratar a todo el mundo, como él quisiera.

M.S. ¿Qué opina de las críticas que ha recibido el alcalde por el nombramiento de sus asesores?

J.A.C. Creo que es demagogia. Pero lo que sí le aseguro es que este municipio sería muy difícil de gobernar solo con los concejales. En el Ayuntamiento, hay muy buenos trabajadores y gente muy comprometida con Mijas, pero tienen sus horarios y hay que respetarlos.

Los asesores, al igual que los concejales, estamos a disposición del municipio las 24 horas del día y cuando termine el mandato del alcalde, también termina nuestro trabajo. Los asesores pasamos un examen diario, ya que si no damos la talla, podemos ser cesados en cada momento.

El alcalde es muy exigente y no toleraría nunca que el dinero público tuviese un mal destino. En cualquier caso, quiero señalar que si critican al alcalde por los asesores, es que Ángel Nozal es un magnífico alcalde.

M.S. Usted fue testigo de dos conflictos bélicos durante su etapa como militar. ¿Qué experiencia sacó?

J.A.C. Vi situaciones muy difíciles y desastrosas. Gente mutilada, niños hambrientos, desesperación... Pero era gratificante cada vez que podíamos llevar la ayuda humanitaria a las zonas afectadas por el conflicto. Yo estuve destinado en el buque de desembarco anfibio Hernán Cortés y, más tarde, en el Pizarro. Fue un orgullo poder ayudar a la gente que sufría la guerra. Nunca lo podré olvidar.

 

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