Aunque ya quedan lejos las pasadas Navidades, aún algunos te desean feliz 2012, y algunos otros te hablan de los kilos de más que les han dejado las fiestas. Respecto a esto último es mejor una pequeña acción que un lamento; es más fácil perder un par de kilos que ir acumulando para luego perder más, es más saludable estar en peso y no obeso. Sin duda, una buena ocasión para hablar de estética.
Por un lado, las fiestas nos han dejado más gorditos, y por otro lado la moda y la publicidad nos muestran constantemente una belleza admirable. Esto a algunos les hace entrar en una lucha constante por aproximarse a esos cánones. Ya deberíamos saber que la publicidad maneja cierta cuota de engaño y que el photoshop hace figuras humanas imposibles. Así, una crema elimina los surcos de las patas de gallo, y un toque de photoshop te coloca un par de abdominales.
En ocasiones la publicidad exagera los efectos y abusa de los retoques, pero usted también puede tener su propio criterio para pensar y saber lo que es real o no, lo que es bueno para la salud o no. Lo que sucede a veces es que toda una familia está embebida en una misma idea, y es difícil que alguno de los miembros pueda pensar de otra manera, y familias enteras marchan en una dirección poco recomendable.
“La belleza exterior no es más que el encanto de un instante”. ¿De verdad cree que teniendo una cara de bebé con 60 años, o teniendo unos senos turgentes de adolescente con 40 años, le van a pasar cosas mejores o le va a cambiar la vida? El cuerpo lo podemos cuidar y ponerlo deseable como si de un objeto se tratara, pero también tenemos mente y a nuestra salud psíquica le hace falta otro tipo de cuidados.
No podemos pretender tapar el vacío, el miedo, los desengaños con un poco de silicona o cualquier otro producto de estética. Por poner un ejemplo, un buen escote no te libra de vivir las tensiones propias de la vida. El verdadero cuidado hay que tenerlo con esa falsa felicidad de anuncio. Alcanzar ese nivel de belleza no promete nada. ¿Es que no ha oído hablar de modelos alcohólicas, cleptómanas, desgraciada en amores?
La belleza tampoco da la seguridad, ni en el trabajo, ni en el amor, ni en nada. Es importante entender que cada edad es hermosa y tiene sus propios acontecimientos; esto le ayudará a no enfermar por desear cosas imposibles. Además, también hay que tener en cuenta la tendencia humana a creer que lo que no tenemos es la causa de la infelicidad.
Convénzase que el ideal de belleza actual está reservado para unos pocos, igual que ser el mejor tenista o el mejor pintor. Pero que no sea el mejor no le da licencia para vivir descuidado y mustio: un pelo grasiento o estropajado, una dentadura de película de terror, con sobrepeso, maloliente, desaliñado. Desde luego esa forma de mostrarse al mundo, que habla mal de uno mismo, no es buena señal. Por eso siga quitándose esos kilos de más que le dejó la Navidad, o que ya tenía de antes.
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