La tarde del viernes 8 curiosos y devotos se fueron congregando a las puertas de la ermita de San Sebastián mientras la Pontificia, Real y Venerable Archicofradía Dominica del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, María Santísima de los Dolores, Nuestra Señora del Rosario, San Juan Bautista y Santo Domingo de Guzmán ultimaba los detalles para el traslado de Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores.

Tras un tiempo en el que las procesiones no han podido salir a la calle debido a la crisis sanitaria, parece que la situación va camino de la normalización y las imágenes vuelven ya a inundar las calles de fe y pasión. “Es una alegría poder salir de nuevo a la calle. Desde aquí quiero agradecer a todo el pueblo, que se vuelca con esta hermandad siempre”, apuntó el hermano mayor de la archicofradía, Javier Martín. Por su parte, el secretario de la misma, Salvador Pulpillo, afirmó que “han sido dos años muy duros. Estamos trabajando todo el año para un día y cuando eso se estropea por este tipo de causas lo que intentamos es volver a la normalidad y la mejor normalidad es que volvamos a salir”.

La subida por la calle San Sebastián estuvo marcada por las marchas de Semana Santa tocadas por la Banda de Música de Mijas, que acompañó a ambos titulares, donde los sentimientos volvían a apoderarse de los más fieles. “La emoción de subir por la calle muy despacito, con esa tradición tan antigua de la horquilla y el correón acompañado todo por el sonido de los palos en el suelo, emociona mucho”, agregó Martín.

Una salida del Nazareno que llenó de pasión las calles de Mijas dejando bellas imágenes de una Virgen de los Dolores portada por mujeres. 

Pequeña gran devoción

Los más pequeños también viven de fe y devoción. La Virgen de los Dolores “me transmite mucho y mi abuela la sacaba. Me da mucha paz”, dijo Erika Rico, mientras Ángel Jaime aseguró que le gusta porque “siempre iba a Málaga a ver las procesiones con mi madrina”. La pequeña María Ruiz señaló que “me gusta la Virgen porque a mi madre le gusta mucho que la saque y a mí también”. “Me gusta Jesús Nazareno porque me transmite mucho que sufriera”, dijo el pequeño devoto Iván Moreno.

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