A estas alturas de pandemia es evidente que hemos transformado nuestras vidas. También en todo lo relacionado a cómo realizamos las compras y organizamos nuestros presupuestos. Si ya antes de la Covid-19 cada vez más recurríamos a las gestiones ‘online’, sobre todo, por comodidad y por falta de tiempo, en los últimos meses han aumentado aún más las compras por internet. Según un reciente estudio, denominado ‘Que no te consuman’ realizado por la Unión de Consumidores de España (UCE) en Málaga, el 85 por ciento de las personas encuestadas afirma realizar compras ‘online’. Y lo hacen, aseguran, “por comodidad”, en un 75 por ciento de las respuestas; seguido de aquellos (un 42,9%) que quieren evitar aglomeraciones.
Donde más fraudes hay es en las transacciones personales”“Las compras ‘online’ se han disparado en los últimos tiempos y está claro que la pandemia ha tenido mucho que ver”, reconoce la responsable de prensa de la Unión de Consumidores de Málaga (UCE), Marián Pino. Consecuentemente, también “cada vez hay más medidas de seguridad para los compras ‘online’, pero también es verdad que cada vez hay más fraudes”, añade Pino. De ahí que las asociaciones que defienden los derechos de los consumidores transmitan a los usuarios la importancia de adoptar una conducta responsable y un consumo contenido.
Algunas recomendaciones
Para evitar fraudes y, de paso, no malgastar en adquisiciones que realmente no necesitamos, la UCE aconseja evitar compras innecesarias y realizar por tanto una lista real de necesidades. “La organización de un presupuesto resulta muy eficaz para saber cuánto puedo gastar realmente”, apuntan desde este organismo. Comparar precios entre diferentes establecimientos, desconfiar de las gangas escandalosas o desorbitadas y conservar la publicidad, ya que tiene valor contractual, son más recomendaciones.
El consumidor debe prestar atención a la página web donde realiza sus compras, apostando siempre por sitios de confianza donde aparezcan los datos del vendedor, la política de privacidad, condiciones o cómo reclamar, etcétera. “El sello de confianza ‘online’ es un distintivo de calidad para asegurar que las compras son seguras. La tienda ‘online’ también debe disponer de un certificado de calidad, a través del cual aparecerá el símbolo de candado en el navegador y el inicio de la URL será https (no únicamente http)”. Esto último es algo “básico”, insiste Pino, y que mucha gente desconoce. La portavoz de la UCE reconoce que hay mucha desinformación, aunque cada vez se registran más consultas. “En lo que llevamos de año, en nuestra asociación la cifra aproximada es de unas 90 y 100 consultas”. Para evitar engaños, “siempre recomendamos prestarle atención a las valoraciones de otros usuarios”, insiste Pino. Y un factor principal es el origen de la empresa, “si la empresa no tiene sede en España y aún más fuera de Europa, el trámite de un fraude se complica muchísimo. En Europa tenemos una normativa en derechos del consumidor, que me asegura que se protegen mis derechos como consumidor”. Pero si la empresa no se localiza o ni siquiera existe legalmente, ahí sí hay un problema.
Fraudes más comunes
En cuanto al tipo de engaños más comunes, la UCE asegura que realmente “donde más fraudes localizamos es en las transacciones personales. Personas que contactan entre sí, a través de plataformas que actúan de intermediarios, y donde nosotros no podemos entrar. Solo cuando hay una empresa, y una empresa real, detrás”, especifica Pino, es cuando los organismos pueden actuar para resolver un conflicto.
El comercio de proximidad es, por ello, una buena opción. Porque son las tiendas de barrio de toda la vida, a las que conocemos y sabemos qué venden y cómo es la calidad de su producto. “Dentro de sus posibilidades este comercio está intentando adaptarse”, comenta Pino. “Cada vez más estos pequeños negocios te llevan las compras a casa, cogen pedidos a través de whatsapp y tienen presencia en las redes sociales. A lo mejor no tienen una gran plataforma como las grandes firmas, pero se van adaptando”. Comprar ‘online’ desde casa es muy cómodo, pero ¡ojo! Cuidado con dónde, cómo, cuánto y qué compra.