‘Los días intactos’, “se refiere a los días vírgenes, cuando todavía no te ha agredido la realidad, cuando has decidido no leer los periódicos, cuando te apetece escuchar buena música y, quizás, pintar o componer algo”. Así explica Manolo García el título de su quinto álbum en solitario.
Un trabajo compuesto de catorce canciones escritas en clave urbana grabado entre Gerona (Musiclan) y Los Ángeles (Ocean Way Recording). El cantate del Poblenou (Barcelona), sigue fiel, en esta nueva entrega, al pop rock mestizo que tantos éxitos le ha dado desde que debutara con ‘Arenas en los bolsillos’ en 1998.
Por tanto, pocas sorpresas van a hallar aquí aquellos que busquen algo diferente al estilo que le caracteriza. Por otro lado, el que fuera alma mater junto a Quimi Portet de Los Rápidos, Los Burros y El Último de la Fila, aunque siga sonando a Manolo García, se presenta ahora con un disco contundente y de carácter más cercano.
Un canto al rock que se palpa desde el comienzo con el fogonazo de guitarras eléctricas que incendian ‘Todos amamos desesperadamente’. Un pieza directa y positivista que nos revela los nuevos aires que soplan en su música aunque muestre episodios de su pasado más profundo en ‘Un alma de papel’, donde vuelve a las guitarras españolas.
Pero así es Manolo, de pronto detesta copiarse a sí mismo, como se siente incapaz de ir contra su propio estilo. Hasta que llegamos a ‘Un giro teatral’, una de las obras más certeras del álbum y quizas la canción más pegadiza que ha compuesto hasta la fecha, un temazo en toda regla compuesto para triunfar.
Y aún no hemos terminado porque la sorpresa salta en ‘Creyentes sobre torres de alta tensión’ cantando a dúo con la cantautora catalana Ivette Nadal. Y es que Manolo es mucho Manolo y además, no le gusta hacer las cosas a medias, por eso tampoco ha escatimado en nada a la hora de escoger los músicos que le acompañan.
Una lista extensísima de instrumentistas de alto nivel con el guitarrista norteamericano Waddy Watchel y los españoles Ricardo Marín, Charly Sardá, Íñigo Goldaracena, entre otros, como escuderos. El toque final en las mezclas ha corrido a cargo de Tom Lord-Alge (Rolling Stones, Oasis, U2, Coldplay) y Jordi Solé.
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