Las personas mayores y los dependientes son dos de los sectores poblacionales que más ayuda necesitan, no solo fuera de casa, sino también dentro de ella. En muchas ocasiones, sus hogares no están adaptados a sus necesidades reales y, en otras tantas, sus moradores no pueden hacer frente a los gastos que suponen reformas como el cambio de una bañera por un plato de ducha o la construcción de una rampa de acceso.
“Después de un análisis de distintas viviendas, el Ayuntamiento tomó conciencia de que muchas personas vivían en casas con graves deficiencias, como humedades, puertas descolgadas o bañeras que hacían imposible el acceso”, explica Juan Carlos González, edil de Vía Pública.
El programa comenzó a aplicarse en abril de 2014 y, desde entonces hasta hoy, ha atendido más de 144 casos, priorizando aquellos en los que la situación era más grave, con viviendas antiguas y en mal estado. Aunque en un primer momento el proceso era más lento, en estos momentos, el Consistorio está reduciendo el tiempo de espera de la actuación en unos 15 días aproximadamente.

Las reformas llegarán en las próximas semanas a otras 64 viviendas del municipio“Hay cinco grupos de actuación compuestos por albañiles, peones, carpinteros, herreros, electricistas y fontaneros, que tardan una media de tres días en completar la actuación en los hogares”, explica el edil de Servicios Operativos, José Manuel Muñoz. Y es que el proceso de aplicación de este plan, que cuenta con un presupuesto de 50.000 euros, cuenta con la interrelación de Alcaldía y las concejalías de Mayores, Servicios Operativos, Vía

Pública y Servicios Sociales.
En las próximas semanas, el Consistorio intervendrá en otras 64 viviendas, que ya están en lista de espera. No obstante, este plan no tiene una fecha de finalización, por lo que aquellos que tengan problemas en sus viviendas aún pueden hacerlo. 

Las reformas en casa de María Santana
María Santana es una de esas mijeñas que ha mejorado su calidad de vida gracias al Plan de reparación de viviendas para mayores. Nacida en La Alquería y vecina de Las Lagunas, esta mujer de 65 años había visto reducida su calidad de vida hasta el punto de que llevaba más de un año sin poder darse un baño con normalidad.

“Voy con muletas y tengo mal las dos rodillas, por lo que no podía meterme en la bañera”, explica contrariada. Hasta que llegó el día en que no tuvo más remedio que trasladarse a casa de su hija porque “no podía desenvolverme”.

Ella, como otras muchas personas, “tiene una pensión pequeña y no podía afrontar la reforma del baño”, por lo que se había resignado a continuar en esta situación. “Soy voluntaria del programa municipal Mayores para Mayores.

Los operarios han realizado esta semana la reforma del baño de María SantanaAsí que, un día, en una de las reuniones me comentaron la existencia de esta iniciativa y me animé a solicitar la ayuda. Es lo mejor que he hecho. Doy gracias al alcalde y al Ayuntamiento porque me han cambiado la vida. Tener un plato de ducha en lugar de una bañera es algo fundamental para las personas que, como yo, tienen problemas de movilidad”.

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