La concejala Silvia Marín valora principalmente el contacto con el ciudadano y la cercanía que el equipo de gobierno se ha marcado desde el inicio de el mandato. Además, asegura que la dedicación plena que exige el trabajo de representante público es un sacrificio que merece la pena por mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Mijas Semanal. Una de sus competencias es la de Fiestas. Una concejalía que tiene casi la mitad del presupuesto de etapas anteriores.
Silvia Marín. Cuando Ángel Nozal asumió la Alcaldía fue muy claro: los presupuestos se debían destinar a las partidas que más lo necesitaran, tanto en el aspecto social como en infraestructuras, y las fiestas no eran algo prioritario, si bien no se querían perder. Hay que tener en cuenta aparte que este Ayuntamiento tenía un déficit muy grande que subsanar. Así que, con unos 350.000 euros, frente a los 600.000 de mandatos previos, había que proseguir con los mismos eventos prácticamente y hacer encaje de bolillos para cuadrar el presupuesto.
Según Silvia Marín, el tejido asociativo de Mijas es muy amplio, variado y generoso M.S. ¿Y cómo lo han hecho?
S.M. Por ejemplo, en el capítulo de iluminación navideña, en vez de gastar 200.000 euros en el alquiler anual del material, hemos ido comprándolo cada año con una partida de 50.000. Cada vez tenemos más y podemos repartirlo por todo el término, que es muy grande, y llegar no solo a las vías principales de los núcleos urbanos, también a otros sitios como las urbanizaciones, donde nunca lo habíamos hecho. Por otro lado, en ferias, en vez de que los conciertos fueran gratis, pusimos las entradas a 10 euros, un precio asequible, para reducir gastos.
M.S. ¿Cuál es el aspecto más positivo que destacaría del área?
S.M. Lo mejor ha sido la participación tan buena que me he encontrado en la delegación de Fiestas, un grupo de voluntarios que ayudan y se involucran enormemente en la organización de las actividades. Además, hemos querido dar la posibilidad a otras personas que querían colaborar y que cada vez haya más gente. Tenga en cuenta que acabamos un 22 de diciembre con las pastorales y seguimos el 5 de enero con los Reyes, no se para nunca.
M.S. Otra de sus áreas es Participación Ciudadana. ¿Qué cambios fundamentales se han producido?
S.M. Cuando me hice cargo de ella, había 145 asociaciones registradas y hoy rondan las 160. Entonces, no existía un control de las subvenciones y eran desiguales, hemos hecho un reparto más equitativo. Y, atendiendo al hecho de que Mijas fue declarado municipio de gran población en 2012, se requería que todo se hiciera de manera más reglada, por lo que empezamos a hacer charlas para informar a los colectivos de cómo debían gestionarse, la necesidad de que estuvieran registrados, la documentación que debían presentar para acceder a las subvenciones y declaramos a un grupo de ellos de utilidad pública en función de sus fines y razón de ser. Estaba muy bien que hubiera agrupaciones que se reunieran una vez al año para hacer su verbena o fiestas de convivencia, pero el Ayuntamiento no estaba para costear esas comidas. Transmitimos a las juntas directivas que ellos debían ser autónomos y costearse con sus cuotas de socios. Y no podemos olvidar tampoco los locales que este equipo de gobierno ha ido cediéndoles o reformándolos para facilitarles su labor.
M.S. ¿Cómo es el tejido asociativo?
S.M. Muy amplio, variado y generoso. La mayoría de las agrupaciones no solo trabajan para ellas, también colaboran en muchas otras actividades públicas o sociales. Son muy receptivas y trabajan la mayoría mano a mano con el Ayuntamiento para transmitirnos las necesidades de los vecinos. También nos hacen llegar sus peticiones a través de Facebook o me llaman a mi propio móvil.
M.S. No podemos olvidar su faceta de teniente alcalde de La Cala.
S.M. El trabajo en este apartado se puede ver, es palpable. Y lo mejor es cuando te cruzas con los vecinos por la calle y te agradecen el cambio tan grande que ha experimentado La Cala. Si Cádiz es la ‘tacita de plata’, yo digo que La Cala es la ‘tacita de oro’. Destacaría la mejora del acceso a través de la avenida Mare Nostrum, algo indispensable en la actualidad para mejorar la fluidez del tráfico y adecentar la entrada al núcleo, y la senda litoral, todo un triunfo turístico muy reseñable en la Costa del Sol. Pero nada de ello sería lo mismo si no se acompaña de un mantenimiento y cuidado de las calles, de los espacios públicos, que son ahora más limpios, ordenados y bellos. Y no solo lo nota uno hablando con los vecinos, los comerciantes también te agradecen el cambio porque nuestros turistas lo que buscan es la playa, tranquilidad, buen clima y gastronomía.
La edil destaca que “con la mitad del presupuesto, hemos mantenido todos los eventos” M.S. Otra de las delegaciones que asume es la de Mayores en La Cala.
S.M. Sí. Trabajo con el concejal Miguel González-Berral en este departamento. En mi caso, recalcaría la puesta en valor del centro de mayores situado en el paseo marítimo. Lo hemos ido habilitando y adecentando en función de los requerimientos de los jubilados del núcleo para que puedan hacer todas las actividades que llevan a cabo. Y, en general, pondría el acento no solo en los talleres diseñados para ellos, también en las grandes convivencias que el Ayuntamiento mantiene, que son el tradicional viaje de los mayores o los almuerzos de feria y Navidad. Creemos que ellos se lo merecen todo, han luchado mucho por darnos la sociedad que tenemos; son entrañables y a la vez tienen una fuerza increíble. Respecto a los viajes, los hemos enfocado más hacia el aspecto cultural y gastronómico, sitios tranquilos en los que disfrutar. Y sobre los almuerzos, hemos procurado lo que demandaban: jornadas de convivencia en las que están todos juntos y en las que coinciden dos veces al año.
M.S. ¿Cómo ha sido su experiencia en política?
S.M. En líneas generales, muy grata. Sobre todo, cuando te dan las gracias por hacer bien tu trabajo. Para mí, es satisfactorio ayudar a las personas, muchas necesitaban ser escuchadas y que se atendieran sus demandas. Es cierto que el panorama político en España ahora mismo no es muy halagüeño, pero no hay que olvidar que estamos aquí para servir a la ciudadanía con dedicación plena, aunque eso suponga sacrificar momentos con tu familia. Solo espero que la gente valore eso.
M.S. ¿Qué espera de este año?
S.M. A nivel local, seguir como estamos. Hacía falta un cambio en Mijas y creo que vamos por el buen camino. Sin prisa, pero sin pausa. Es imposible contentar a los 86.000 mijeños, pero opino que el balance es más que satisfactorio.
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