La Policía Local de Mijas, a instancias del equipo de gobierno del Ayuntamiento, ha iniciado una nueva campaña de control en la vía pública a fin de acabar con uno de los actos incívicos más molestos y que más quejas presentan por parte de los vecinos: los excrementos de los perros.

"Afortunadamente, y debido a la labor de concienciación y el trabajo de la Policía, en los últimos tiempos estábamos viendo cómo los ciudadanos estaban colaborando y ya era raro ver cacas por nuestras calles. Pero, últimamente, nos han llegado muchas quejas de usuarios de parques públicos, por lo que hemos decidido iniciar una nueva campaña de control en estos recintos y sus aledaños", explicó el concejal de Policía Local, Juan Carlos González.

En este sentido, el edil aseguró que "los incívicos son una minoría" entre todos los dueños de perros del municipio, aunque, como prosiguió, "no estamos dispuestos a que esos pocos sigan ensuciando nuestras calles".

Sin embargo, según el responsable municipal, el objetivo de esta medida no es "el de multar, sino el de evitar que dejen las deposiciones en el suelo" aprovechando la presencia policial en los lugares donde suele darse esta conducta incívica.

No recoger los excrementos de su mascota puede acarrear una multa al propietario de hasta 750 euros en base a la ordenanza de Seguridad y Convivencia Ciudadana, que lo tipifica como una falta leve. No obstante, como recordó González, el infractor puede subsanar esta cuantía de otra manera: "realizando trabajos comunitarios".  

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