Conseguir una ciudad ordenada, basada en el respeto a las ordenanzas municipales, segura y al servicio del turismo es el propósito que ha centrado la gestión de Juan Carlos González durante los dos primeros años del presente mandato.
Para el concejal de Vía Pública, Notificadores, Estadística y Mercado municipal de Mijas Pueblo, el Ayuntamiento debe ser una herramienta para garantizar el bienestar y mejorar la calidad de vida de los vecinos.
“La ocupación de la vía pública no debe entrar en colisión con los intereses generales” Mijas Semanal. ¿Cómo valora los avances conseguidos en el área de Vía Pública?
Juan Carlos González. Lo que más me sorprendió cuando asumí la concejalía fue la falta de decisión política y de cumplimiento estricto de las ordenanzas. Cuando empezamos a realizar inspecciones, nos dimos cuenta de que había negocios que ni siquiera tenían permisos de ocupación de la vía pública y, en muchos casos, impedían el paso a las personas o cortaban calles e incluso se dejaban las terrazas montadas fuera del horario establecido.
En este momento, tenemos el término casi ordenado, aunque les pido a los ciudadanos que, antes de abrir un negocio, se informen sobre la normativa referente a cartelería, toldos o estructuras fijas para evitar gastos innecesarios en caso de que, por incumplimiento, hubiera que retirar algún elemento.
M.S. Se trata de conciliar la actividad comercial con el día a día de los vecinos, ¿no es así?
J.C.G. Precisamente ese es el objetivo de las inspecciones. Hay que tener mano izquierda con los comercios porque son motores de generación de empleo, lo que no quita que haya una minoría que incumple la normativa y sobre los que recae el peso de la ley. La vía pública es un espacio de todos y su uso se autoriza para el desarrollo de una actividad comercial porque genera riqueza, siempre que no entre en colisión con los intereses generales.
M.S. ¿Qué aspectos han mejorado en estética municipal?
J.C.G. Sé que puede ser un departamento algo coercitivo, pero lo que busca es la seguridad de las personas. Gracias a las inspecciones, ahora se observa más conciencia, la gente se informa y, además, se llevan una grata sorpresa porque pueden poner lo que quieren y se les aconseja cómo hacerlo para evitar problemas.
La verdad es que ahora la calidad de vida es mucho mejor y lo dicen los turistas y los mijeños. Además, procuramos que, de acuerdo a las ordenanzas, no se pongan carteles en cualquier fachada, ya que vendemos excelencia y si tenemos las calles llenas de papeles, la gente no se hace fotos.
M.S. ¿Ha contribuido el cambio en el sistema de recogida de basuras a la mejora de la imagen del pueblo?
J.C.G. Por supuesto. El problema con el bolseo era constante, se había perdido el sentido común porque el Ayuntamiento no aplicaba medidas disciplinarias. Lo que hicimos fue agrupar la basura orgánica; el problema es que hay gente que no recicla y los contenedores se llenan.
Sin embargo, seguimos luchando para que nos demos cuenta de que al final lo que estamos mejorando es la imagen de Mijas.
M.S. Ha sido muy importante la regularización de la actividad de los burros-taxi.
J.C.G. El burro-taxi es una de las señas de identidad de Mijas y no podíamos dar una imagen de arrieros con chanclas, gorras tipo béisbol y bermudas hawaianas. Por eso, implantamos la uniformidad y la limpieza de las cuadras, el mantenimiento de los animales, las matrículas, regulamos la actividad dentro de la seguridad social y, sobre todo, ampliamos el recorrido. Gracias a ello, ha descendido el nivel de quejas que tenía el sector.
En este sentido, quiero aclarar que los burros que están en la parada, una vez completado el recorrido, vuelven a las cuadras, donde tienen su abrevadero y su comida. Están a la sombra y todos los propietarios tienen varios burros de refresco que van cambiando.
M.S. ¿Y qué hay del área de Notificadores?
J.C.G. Los trabajadores han tenido una colaboración excelente, una de las primeras cosas que hicimos fue darles una breve explicación de los procesos de entrega para que el trabajo se hiciera en condiciones.
También implantamos las motos, lo que nos da una capacidad de reacción mucho mayor. Ahora, pasan más tiempo en la calle y, aunque se ha reducido la plantilla, ha subido la distribución, con una media de 20.000 notificaciones mensuales entre todos los departamentos.
M.S. ¿Ha sido crucial en la mejora de esta área la denominación de calles?
J.C.G. Se han nombrado muchas, y el objetivo es concluir esta tarea antes de que acabe la legislatura. Las estamos identificando con el apellido y, además, hay tres códigos postales distintos en Mijas.
En este sentido, hemos denunciado a Google porque no actualizan los nombres de las calles, y la mayoría de los navegadores llevan a la confusión.
M.S. ¿Cuáles son las líneas a seguir?
J.C.G. Mantener la excelencia y la calidad y conseguir que el ciudadano nos vea como el amigo que le va a ayudar y a solucionar el problema. El respeto abarca desde recoger las heces de la mascota, hasta cumplir los horarios de apertura de los establecimientos. Tenemos 147 kilómetros que gestionar y es complicado.
M.S. ¿Qué piensa de la oposición?
J.C.G. Hacer oposición no es sentarse en el pleno, dar una rueda de prensa y hacer críticas estériles. Yo entiendo que la oposición debe hacer una crítica constructiva, trabajar y estar del lado de los ciudadanos. Yo he estado cuatro años en la oposición y lo que más nos preocupaba era el bienestar de los mijeños y no hablar de políticas a nivel regional o nacional cuando lo que nos interesa es el municipio.
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