A sus 35 años ya suma su segundo mandato como miembro de la Corporación municipal. Pero es desde 2011, en su primer ciclo político como edil del equipo de Gobierno, cuando Lourdes Burgos asume la gestión de áreas como Recursos Humanos, Fomento del Empleo, Renta Básica, Hipódromo o la Tenencia de Alcaldía de Las Lagunas.

Mijas Semanal. ¿Qué balance hace de estos dos años de mandato?

Lourdes Burgos. Nunca se ha hecho tanto con menos. Han sido dos años muy intensos, duros. Cuando llegamos al Gobierno no nos pilló de nuevas lo que nos íbamos a encontrar, sabíamos lo que había, se lo recordábamos al anterior equipo, estábamos en crisis y había que acometer una contención del gasto, había que aumentar la recaudación para poder pagar nóminas y hacer inversiones. De hecho, en los primeros meses, preparando el plan de pago a proveedores del Gobierno, nos encontramos facturas sin pagar hasta 2011 por un valor de 24 millones de euros. Es algo que, contando que tenemos un presupuesto de 86 millones y que Mijas fue uno de los municipios de la costa que más dinero ingresó por licencias de obra durante el ‘boom’ de la construcción, hace que la gestión económica anterior nos esté pasando factura a día de hoy. Por eso, digo que con muy poquito, hemos hecho mucho.

M.S. ¿Con qué actuación se queda de cuantas se han puesto en marcha en estos dos años?
L.B. Destaco el programa de la Renta Básica. Una iniciativa que no solo supone una medida para paliar los efectos de la crisis ofreciendo un trabajo puntual, sino porque es un trabajo para los ciudadanos, temporal, hecho por los vecinos y para mejorar el municipio.

M.S. ¿Cómo llega Lourdes Burgos a la política?

“Los políticos de Mijas tenemos 86.000 jefes, vecinos que quieren que solucionemos sus problemas”L.B. Siempre he tenido vocación política, desde muy chiquitita, pero más bien fue por accidente, por casualidad. Quien está en política es porque tiene un ímpetu por cambiar las cosas y la única forma de hacerlo es desde dentro. A pesar de que ahora esté mal visto ser político, no todos son tan malos y desde la política local puedes hacer mucho por cambiar tu entorno más cercano. 

M.S. ¿Qué recuerda de sus inicios?

L.B. Del primer mandato en el que estuve como concejal, desde la oposición, recuerdo que el semáforo que había frente a la Jefatura de la Policía Local era desesperante y no lo cambiaban, fue mi pequeño caballo de batalla. Cuando conseguimos que se quitara y que Camino de Coín no sufriera ese atasco continuo, en ese momento, nos sentimos satisfechos, es cuando entiendes el sentido de estar en política consiguiendo algo que, aunque sencillo, porque estás en la oposición, mejora la calidad de vida de los vecinos.

M.S. Supongo que esos retos son más fáciles cuando se gobierna.

L.B. Por nuestra parte, es que las pequeñas actuaciones en el día a día son una prioridad, especialmente cuando se trata de una petición vecinal. Somos el equipo de Gobierno del ‘limpia limpia’, todo el día limpiando el municipio, haciendo pequeñas actuaciones que mejoran la estética, en cualquier lugar, cualquier cosa que, no solo haga de Mijas un municipio más atractivo para los turistas, sino un sitio más agradable en el que vivir los 365 días del año. Y repito, todo ello en una de las épocas económicas más difícil, cuando con muy poquito, estamos haciendo mucho.

M.S. Por tanto, ¿cree que cuando terminen las vacas flacas se podría hacer más todavía?
L.B. Siempre que se tengan más recursos se puede hacer más, pero no olvidemos que tenemos un presupuesto ajustado por aquella deuda de 24 millones de euros, las partidas presupuestarias no se pueden cambiar. Sin embargo, que no podamos acometer grandes proyectos, no significa que no podamos seguir haciendo pequeñas actuaciones todos los días del año en Mijas.

M.S. ¿Es más duro el trabajo como miembro del equipo de Gobierno de lo que esperaba?
L.B. Es mucho más difícil, ahora puedes llegar a tener hasta cinco puntos de vista de un mismo asunto y tus decisiones repercuten en el día a día de muchas personas. Pero sí que veníamos preparados y sabíamos que el trabajo era arduo. Ya desde la oposición, nuestro presidente, Ángel Nozal, nos advirtió de que este iba a ser un trabajo muy duro, a tiempo completo, 24 horas al día.

M.S. ¿Cómo es su día a día?

L.B. Cada mañana, a las 7, lo primero que hago es mirar mi grupo de trabajo, verifico que todo el mundo está trabajando en Renta Básica y compruebo las posibles incidencias. Continúo con mi gestión hasta la tarde, cuando recibimos a vecinos o vamos a sus casas, puerta a puerta, conociendo sus problemas. Por la noche, cuando llego a casa, me conecto a Facebook para ver los mensajes y los problemas que te comunican los vecinos. En definitiva, los políticos de Mijas tenemos 86.000 jefes, vecinos que quieren que solucionemos sus problemas.

M.S. Esa actitud de estar tan cerca del vecino recuerda a las épocas de campaña electoral.

L.B. Somos unos afortunados por poder dedicarnos a hacer algo que nos apasiona, sabemos que es agotador ese ritmo de trabajo, pero somos conscientes de que es nuestra labor. No creemos en las antiguas campañas, el mundo cambia, no me parece de recibo pedir el voto durante 15 días para después olvidar al vecino cuatro años. No se puede gobernar desde un despacho alejado de la realidad.

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