Una cuadrilla de leñadores del programa de la Renta Básica está limpiando montes y eliminando árboles afectados por el gran incendio forestal ocurrido a finales de agosto del año pasado y que asoló buena parte del término municipal de Mijas, así como a los de Coín, Alhaurín el Grande, Ojén y Marbella.

La actuación se centra en la actualidad en la parte alta de Calahonda, concretamente entre la autopista A7 y el término municipal de Marbella, en las inmediaciones del paraje del Puerto de los Gatos.

El equipo de trabajo tiene por misión eliminar los árboles calcinados en el mencionado siniestro forestal, en su mayoría pinos que no han conseguido rebrotar, a fin de “preparar el terreno para futuras repoblaciones”, según indicó el concejal de zonas rurales, Cristóbal González.

Además, “estamos tratando de eliminar el impacto visual del incendio”, en una zona “rocosa” y con pendientes muy pronunciadas, lo que hace “muy difícil el trabajo”. En este sentido, Cristóbal González ensalzó la labor que realizan los operarios contratados por el programa de la Renta Básica “que están demostrando ser auténticos profesionales”.

Los troncos de esos árboles están siendo aserrados con medios manuales y mecánicos para reducirlos a leña “que cualquiera puede coger” para alimentar chimeneas durante la época invernal, según señaló el capataz de la cuadrilla de leñadores, Félix Moreno, quien aseguró que “mientras más árboles muertos eliminemos, menor riesgo de incendio habrá”.

La cuadrilla dispone además de extintores y otros medios para la extinción de pequeños fuegos, para evitar que la acción de los medios mecánicos puedan originar algún tipo de incidente.

Este equipo de trabajo lleva tres semanas eliminando los restos del incendio en la mencionada zona y según los cálculos de su capataz “aún quedan otras dos más”. Una vez concluido el tajo, los leñadores realizarán labores de poda de árboles ubicados en la carretera que une Mijas Pueblo y Alhaurín el Grande, de la misma forma que hicieron en la vía que comunica la localidad con Benalmádena. “Había muchos árboles que rozaban a coches y autocares”, comentó Félix Moreno.

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