El controvertido y audaz trabajo que Ray Charles firmó en 1962, con el título genérico de ‘Modern Sounds in Country and Western Music’, ha servido de estimulo a la cantante de jazz norteamericana Madeleine Peyroux, para ensayar una revisión de sus canciones.
Ray Charles, que había puesto los cimientos del soul escandalizando al personal al mezclar lo sagrado con lo profano de la música negra (rhythm and blues y gospel), volvía a alborotar el patio, y lo hacía cantando versiones clásicas del sonido country, folk y western, en un estilo sembrado de expresiones musicales extraídas del jazz y R&B de la época.
Si bien Peyroux no alcanza en ‘The Blue Room’ las cotas tan exageradamente provocadoras que consiguió en su día Charles, si actualiza los conceptos que motivaron su realización.
Una de las piezas clave de este disco ha sido su productor Larry Klein (Joni Mitchell, Tracy Chapman, Herbie Hancock), quien, desde mucho tiempo atrás, venía madurando el proyecto para encontrar, en la voz de Madeleine, al artífice idóneo para traer de nuevo a primer plano este trabajo.
‘The Blue Room’ inyecta energías renovadoras a los viejos temas de ‘Modern Sounds in Country and Western Music’, a través de combinar jazz, blues, country y pop.
El CD contiene el mismo número de temas que el original (11), aunque no repite todas sus canciones, pues Madeleine y Klein han obviado algunos de sus cortes para incluir en su lugar otras versiones con el mismo canon.
Es el caso de ‘Guilty’, del compositor Randy Newman; ‘Desperados under the eaves’, de Warren Zevon y ‘Bird on the wire’, de Leonard Cohen. Conforman también la lista: ‘I can’t stop loving you’, el tema del álbum que más éxito reportó a Ray Charles, así como ‘Bye Bye Love’, popularizada por The Everly Brothers.
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