A pesar de las numerosas acciones emprendidas por el área de Medio Ambiente en materia de prevención contra incendios, el fuego se ensañó con Mijas en el año 2012

Un total de seis incendios (cuatro de ellos más leves y dos de gran envergadura) fueron declarados el pasado año en el municipio, la mayoría de ellos provocados por la quema incontrolada de restos vegetales u originados en solares que no cumplían con las medidas de seguridad exigidas en las ordenanzas municipales.

Carmen Márquez: “Hemos sufrido incendios por el mal uso de algunas parcelas por parte de sus propietarios así como por personas inconscientes que han realizado quemas incontroladas”El aumento de las restricciones para realizar fuegos controlados, la obligatoriedad de mantener las parcelas en buen estado o la intensificación de las labores de limpieza en caminos rurales fueron algunas de las medidas emprendidas para evitar catástrofes de este tipo. Además, las zonas más castigadas por los incendios comenzaron a ser repobladas de la mano de voluntarios así como con la siembra masiva de miles de especies en la sierra y el litoral.

Con el propósito de evitar situaciones de este tipo de cara al futuro, el equipo de Gobierno emprendió una serie de acciones:
- El alcalde publicó un bando en el que recordaba a los propietarios de solares y parcelas la obligatoriedad de cumplir las medidas de seguridad contempladas en las ordenanzas municipales. Mantener estos espacios limpios y vallados, sobre todo si se encuentran en áreas rurales, son algunas de las exigencias que marcan las ordenanzas para evitar la propagación de incendios. Para garantizar su cumplimiento, según explicó la edil de Medio ambiente, Carmen Márquez, “existe un grupo dentro de la Policía Local encargado de levantar acta cuando un solar está en mal estado”. En este sentido, el Consistorio emprendió durante 2012 una amplia labor de limpieza de solares municipales, tareas que se trasladaron también a caminos y cunetas.
- En cuanto a la quema de rastrojos en solares y zonas agrícolas, el equipo de Gobierno estableció que estas prácticas solo pudieran realizarse los viernes y sábados por la mañana, previa comunicación a Bomberos o Policía Local, trámite que también puede efectuarse a través de la web municipal.
- Todos los hidrantes del municipio fueron señalizados y georreferenciados para su localización por GPS.

Además, se instó a todas las urbanizaciones a elaborar un plan de autoprotección contra incendios, proyectos que, una vez ejecutados, “facilitarán la labor de los servicios de emergencia al indicar la ubicación de todos los accesos y facilitar la localización de hidrantes”, especificó Márquez.

Reponiendo las cicatrices de la sierra

Con la llegada de las primeras lluvias, comenzó la campaña de repoblaciones en la que se implican cada año numerosos colectivos del municipio.
La zona de Los Borbotes, en la Sierra de Mijas, fue el principal punto de actuación, aunque cada fin de semana, también se llevaron a cabo tareas de reforestación en el entorno del río Fuengirola, el litoral o los cauces de arroyos.

Junto a ello, dio comienzo la primera fase de un plan para reponer las zonas de la sierra más castigadas por el fuego. Así, a finales de año, se adjudicó a la empresa Viveros Périca S.A., por una cantidad de 48.000 euros, la reforestación del paraje de Los Borbotes con 10.700 árboles autóctonos y miles de semillas. La campaña se trasladó también a las playas del municipio; así, con el objetivo de embellecer el litoral de cara al verano, comenzó la plantación de 3.000 plantas autóctonas y mediterráneas por parte de voluntarios y empleados de la Renta Básica. “Están haciendo un trabajo muy importante, limpiando zonas susceptibles de propagar incendios, donde hasta ahora no se llegaba”, aseguró la responsable de Medio Ambiente. 

La campaña de repoblación se nutrió, además, de las nuevas medidas compensatorias exigidas por el área de Medio Ambiente para autorizar la tala de árboles. De esta forma, cada vez que alguien tale un árbol, estará obligado a aportar un determinado número de especies que pasarán a disposición del vivero municipal para su posterior plantación en espacios que necesiten ser repoblados

2012, un año negro en materia de incendios

Hasta 50 operarios de la Renta Básica realizando labores de limpieza en caminos rurales, vaguadas, cañadas y zonas de influencia forestal, un retén permanente en la sierra a fin de atender en la mayor brevedad posible cualquier conato de incendio y una amplia campaña de concienciación dirigida a toda la población no fueron acciones suficientes para evitar que, el pasado verano, se declararan en Mijas hasta seis incendios. El más virulento, ocurrido el 30 de agosto, llegó a afectar a seis municipios de la Costa del Sol, arrasando más de 8.000 hectáreas de superficie forestal y calcinando un total de 15 viviendas

El rancho La Paz, cerca de la urbanización Buenavista, fue el lugar donde se originó el primer incendio del verano, en julio. Afortunadamente, la rápida intervención de los cuerpos de seguridad y extinción, logró que el fuego pudiera ser sofocado en apenas 20 minutos. Ya en agosto, la coordinación de los 200 efectivos que intervinieron en el incendio originado el domingo 12 en la urbanización de Calahonda impidió que el fuego adquiriera dimensiones de catástrofe. Y es que las llamas se acercaron tanto a  las viviendas que fue necesario el desalojo de unos 500 inmuebles en la comunidad de ‘La Cortijada’. El fuego quedó controlado en dos horas, arrojando un balance de tres vehículos afectados y unos 12.000 metros cuadrados de matorral y árboles de ribera arrasados.

El incendio de consecuencias más desastrosas, tanto desde el punto de vista medioambiental como humano, fue el originado el 30 de agostoEl mismo día, el estado de abandono que presentaba un solar en Entrerríos fue el origen de otro fuego, que pudo ser sofocado en menos de media hora con efectivos de Bomberos e Infoca.

Sin embargo, el incendio de consecuencias más desastrosas, tanto desde el punto de vista medioambiental como humano, fue el originado el 30 de agosto en el entorno de Barranco Blanco. El fuego, que llegó a afectar a seis municipios, arrasó más de 8.000 hectáreas, 2.375 en Mijas, afectó a numerosas viviendas y provocó daños incalculables en propiedades privadas. Casi un millar de profesionales de toda la provincia y más de 50 aeronaves participaron en la extinción del incendio, que se prolongó durante casi tres jornadas. En Mijas, el segundo municipio más afectado, donde llegó a quemarse el 30% de la superficie forestal del término, numerosos diseminados y urbanizaciones tuvieron que ser desalojados y, una vez de vuelta en sus casas, muchos tuvieron que acudir a la oficina de denuncias que habilitó el Consistorio para valorar los daños económicos y reclamar indemnizaciones ante la Junta de Andalucía. El fuego dejó un balance de 3,8 millones de pérdidas en patrimonio municipal, incluyendo el vertedero, el albergue y dos algarrobos centenarios, que resultaron calcinados. Además, los técnicos valoraron 150.000 euros en daños al patrimonio forestal.

Semanas más tarde, se conocía al presunto autor del incendio, un jardinero que realizaba una quema de restos vegetales en el paraje de Barranco Blanco. A la negligencia de la acción, se unieron las altas temperaturas de la jornada, el fuerte viento de levante, la ausencia de humedad y la hora del incendio, que impidió la participación de los medios aéreos. Afortunadamente, según comentó la edil de Medio Ambiente, Carmen Márquez, “la recuperación de la zona quemada está siendo positiva porque el bosque mediterráneo tiene una regeneración natural rápida”.

Por otro lado, el 13 de septiembre, dos individuos que manipulaban con una radial unas estructuras de hierro ubicadas en el entorno de Loma del Real se convertían en los responsables de un nuevo incendio. El fuego, que fue controlado con medios aéreos y el dispositivo puesto en marcha por Bomberos y Protección Civil, provocó daños en el exterior de tres viviendas, así como el desalojo de varios inmuebles. Los autores fueron poco después detenidos por la Policía Local.

Sin embargo, el fuego dejaba aún un pequeño susto antes de que acabara el año. La quema de rastrojos en noviembre, en un día no autorizado y sin dar cuenta a las autoridades, pudo haber sido el origen de otro incendio en la zona de La Atalaya. Las llamas se extinguieron por la propia humedad del terreno.

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