Consideraciones de un viaje:
Estaba preparando mi viaje. Otras veces había viajado sin preparar nada, a ver qué pasaba una vez allí, en el destino elegido. Esta vez recababa mucha información, y recibía comentarios de todo tipo: “uy, en esta época es mejor no viajar”; “allí utilizar el metro, la bici no”; “tienes que ver esto, no os lo perdáis”; “en esa zona es mejor que no os quedéis a dormir”.

Hay que escuchar las recomendaciones, pero para esto hay que tener en cuenta quién nos habla, para así darle un valor u otro a esa recomendación. Por ejemplo, hay que ver si quien te habla es una persona bien acomodada o es un mochilero, si quien te habla es un experto en arte o un fiestero, si quien te habla es una persona vital y enérgica o si es una persona apocada, si quien te habla es una persona exquisita o si más bien es poco delicada.

Hay viajes culturales, gastronómicos, fotográficos, programados al milímetro por agencias, improvisados, viajes familiares, viajes deportivos, viajes para no hacer nada más que comer y dormir, ¿a usted cómo le gusta viajar dentro de sus posibilidades? Hay que tener en cuenta que cada uno confecciona sus viajes según sus intenciones, según sus gustos y preferencias, y según su economía. Por eso, lo que a otros sí les valió, a mí no tiene porqué valerme.

No es posible hacer un primer viaje perfecto. Un viaje en el que a pesar de llevarlo preparado, luego in situ hay que tomar decisiones porque surgen imprevistos, casualidades, o nuevos intereses. Es necesario vivir “una primera vez” obviamente sin experiencia, para que las siguientes uno se desenvuelva con otro saber hacer.Así también es el viaje por la vida.

Otras consideraciones:
Cuando una pareja va de viaje, cada miembro asume un rol. Siempre uno asume un papel, a veces de forma consciente y otras de forma inconsciente. Cuando los dos saben el papel que tienen en el viaje, y es aceptado, todo marcha bien. Pero cuando esos papeles se asumen de modo inconsciente pueden surgir las desavenencias y el malestar.

Por ejemplo, a veces uno toma el papel de proponer y disponer, de capitanear la expedición y tomar las decisiones, y el otro asume el papel de sumiso. En este caso, cuando todo sale bien el otro aplaude, pero cuando sale mal el otro no para de culpar, reprochar y quejarse. Nos podemos encontrar combinaciones de todo tipo: dos viajeros activos, dos pasivos, un activo y un pasivo… Pero esto también es una similitud con el viaje por la vida.

¿Por qué en una columna de psicoanálisis se habla de viajar? Porque estas consideraciones son extrapolables al verdadero viaje, al viaje por la vida. Considere, elija y decida. Buen trayecto.

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