La última masacre de veinte escolares y seis adultos perpetrada en un colegio de Estados Unidos, pone nuevamente de manifiesto la necesidad de regular el uso de armas en la población civil, en el que conocemos como el país más poderoso de nuestro planeta, y tal vez menos civilizado, en ese orden.
Adam Lanza, joven de 20 años, inteligente pero asocial, cierra por ahora la luctuosa lista de 28 masacres en centros escolares, perpetrada en ese país desde que en 1999 se produjese la de Columbia, por dos jóvenes adolescentes de 17 y 18 años, con un saldo de 12 alumnos y un profesor muertos. Pero desde entonces hasta hoy, no se ha producido ningún avance legislativo.
Adam Lanza, joven de 20 años,inteligente pero asocial, cierra por ahora la luctuosa lista de 28 masacres en centros escolaresPero el récord lo ostenta el sur coreano Cho Seung-hui, de 23 años, cuando en 2007 asesina a 32 personas, en la Universidad Politécnica de Virginia.
La segunda enmienda de la Constitución norteamericana, consagra el derecho a poseer armas, aunque no especifica muy bien para qué, cuyo resultado son los 270 millones de unidades censadas, entre pistolas, escopetas, rifles de asalto e incluso ametralladoras, y que dejan un total de 10.000 muertos, o más, por armas de fuego al año. Se calcula que en el 47% de los hogares americanos, existe al menos un arma de fuego. Más de 50.000 establecimientos autorizados las venden con casi total libertad.
Mención especial, para aquellos profesores que interpusieron sus cuerpos entre las balas y los niños, o de alguna forma los protegieron, son también una constante en estas situaciones.
Va a ser difícil para el actual presidente del país más armado del planeta frenar la industria armamentístaNo es de extrañar, pues, que en este momento hagan furor las mochilas antibala para escolares, otro elemento más de comercio que atribuir a la industria armamentista. Barak Obama hará bien en promulgar leyes que paulatinamente desarmen todo un país obsesionado por las armas, que provoca que jóvenes acaben pagando sus frustraciones contra inocentes, pero mejor aún, estudiar el perfil de estos jóvenes y asesinos, que radicalmente deberían ser desposeídos de ingenios de la muerte y objeto de tratamiento.
Va a ser difícil para el actual presidente del país más armado del planeta frenar la industria armamentista, la que, muy a pesar de la crisis, sigue creciendo, alcanzando cifras de negocio realmente astronómicas, como lo fue en 2009 con 400 mil millones de dólares y con cuya llegada a la presidencia en 2008, se duplicaron las ventas.
Lejos de Estados Unidos queda un pueblo blanco llamado Mijas, que en estas fechas solidarias promueve a través de un incansable tejido social, la recogida y distribución de toneladas de alimentos no perecederos para los damnificados por el desempleo. Y un gesto de un vecino destacado, Ángel Nozal, quien no ha firmado, desde su toma de posesión como alcalde, ninguna licencia de armas de aire comprimido.
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