El pago de los impuestos es una obligación, un trámite que debemos entender como el gesto que responde a la recepción de un servicio. Yo recibo, yo pago. Pero no todos recibimos igual, ni hacemos el mismo uso de lo que la municipalidad nos ofrece, se trata de una peculiaridad por la que velan especialistas del Ayuntamiento, personas experimentadas en medir, calcular y proveer al resto de departamentos de información fiable.
Es el caso de María Cristina Fernández, una de las cuatro personas del departamento de Gestión Tributaria, que procesa y elabora los datos sobre el famoso IBI, el Impuesto de Bienes Inmuebles.
Mijas Semanal. ¿En qué consiste vuestro trabajo?
María Cristina Fernández. Llevamos a cabo diferentes asuntos relacionados siempre con la gestión tributaria, especialmente en la relación directa del catastro con el Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI). Una de las tareas más importantes que hacemos anualmente es darle forma al padrón que previamente nos facilita la Dirección General del Catastro, en recibos de IBI.
Lo hacemos separando las alteraciones catastrales del padrón normal, las cuales tienen que ser notificadas mediante liquidación a los contribuyentes, para que sepan qué cantidad tienen que pagar tras la nueva valoración. También llevamos la actualización continua del IBI, incorporando los datos de las alteraciones catastrales que se producen a lo largo del año, anulando los recibos emitidos y confeccionando nuevas liquidaciones con los datos catastrales resultantes.
M.S. Entonces, ¿Tenéis en el departamento una estrecha relación con Catastro?
M.C.F. Es que somos también Punto de Información Catastral (PIC), estamos autorizados por la Gerencia Territorial del Catastro para emitir certificaciones descriptivas y gráficas de toda España, salvo el País Vasco y Navarra, que tienen catastro independiente. Una gestión que también se puede hacer en Las Lagunas y en La Cala, donde posteriormente se estableció el servicio.
M.S. ¿Parece que hay una ‘delgada línea roja’ que separa las competencias de IBI y Catastro?
M.C.F. Es que hasta septiembre de 2009 formaban parte del mismo departamento, pero se dividieron con el fin de mejorar la gestión, no obstante, la comunicación sigue siendo fluida y constante.
M.S. ¿Cómo se calcula el IBI?
M.C.F. La Gerencia del Catastro nos facilita un fichero con el valor catastral (base imponible) actualizado por la Ley de Presupuestos Generales del Estado (LPGE), la base liquidable, y resto de datos catastrados. A la base liquidable de cada inmueble le aplicamos el tipo impositivo de gravamen, fijado por el Ayuntamiento mediante ordenanza, cuyo resultado es la cuota del IBI.
A esta cantidad se le aplican deducciones por bonificaciones o exenciones concedidas; descuentos por empadronamiento, pronto pago por domiciliaciones o pensionistas, según el caso. Actualmente y durante los últimos diez años, todos los contribuyentes están pagando por la base liquidable que se estableció tras la revisión del catastro de 2004, que supuso una subida considerable del valor de los inmuebles.
Esto significa que el incremento progresivo que ha sufrido el IBI durante la última década toca a su fin, ya que en 2013 la base liquidable será la misma que el propio valor catastral del inmueble.
M.S. ¿Bajará entonces el IBI?
M.C.F. En 2014 el IBI no se verá incrementado por los efectos de la revisión catastral de 2004, dependiendo el aumento del valor catastral, solo de lo que se fije por LPGE. Casualmente, ahora estamos calculando la cuota del 2013, de manera que se pueda fijar un descuento por empadronamiento. El alcalde quiere evitar que los vecinos asuman una subida del IBI para 2013. Es decir, que si la cuota estimada para el próximo año supone un aumento, se aplique un descuento que lo absorba.
M.S. ¿Tanto supuso el aumento del valor catastral en la revisión de 2004?
M.C.F. Sí, porque los valores catastrales que existían eran de la ponencia año 1989, en quince años no se habían revisado, la consecuencia normal fue su revalorización en 2004. El cálculo de la base liquidable la tiene asignada hasta ahora por ley la Gerencia, que es quien nos facilita el dato.
M.S. Con los años, esos datos puede suponer una importante fuente de información.
M.C.F. Ten en cuenta que también gestionamos la historia del IBI, antes Contribución, desde 1976. Esto nos sirve, por ejemplo, para saber si una vivienda ha recibido alguna subvención por VPO y qué cantidad tiene que devolver para su descalificación, o sobre el histórico de titularidades, información solicitada en procedimientos judiciales.
M.S. El IBI es lo más conocido. ¿Qué otras gestiones hacéis?
M.C.F. Realmente somos un medio de comunicación directo con el contribuyente, porque las consultas y reclamaciones sobre el IBI también las resolvemos nosotros, repercutiendo estos datos en las tasas por la recogida de basuras. Anulamos recibos por error en la titularidad, emitiendo liquidaciones al titular correcto.
También resolvemos solicitudes de devoluciones por ingresos indebidos, de exenciones, de bonificación por familia numerosa, por obras de nueva urbanización, errores que se hayan producido en el descuento por empadronamiento, etc. Intentamos tramitar con celeridad para dar respuesta a los contribuyentes, es decir, buscamos siempre una comunicación más fluida con el ciudadano, además de notificarle las resoluciones.
Nosotros también tramitamos los cambios de titularidad de rústica, un esfuerzo importante que está haciendo el Ayuntamiento, ya que la titularidad de estas parcelas es más complicada de actualizar, aunque al igual que la titularidad de los inmuebles urbanos, deben estar depuradas para impuestos nacionales como el IRPF.
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