El sueco Jonathan Johansson ha conseguido con su última obra iluminar, una vez más, los oscuros y fríos cielos escandinavos. En ‘Klagomuren’ (El muro de las lamentaciones), este músico se nos presenta con un trabajo delicado y afectivo asentado en diez bellos trallazos de pop electrónico.
Johansson en su tercera entrega, en disco grande, se adentra ahora en el espacio profundo en busca de más amplitud musical. Este artista, nacido en la ciudad de Malmöe, pero afincado últimamente en Estocolmo, continúa construyendo en su lengua vernácula acertados cantos de estética pop que llegan al alma.
Su nueva propuesta de destellos boreales se compone de diez fogonazos de pop electrónico malteados con una bella carga de melancolía disfrazada de sutil esperanza. Un trasfondo sonoro que le permite transmitir emociones tan agudas como solo la materia fría de los teclados y sintetizadores puede alcanzar.
‘Klagomuren’ te llega a las fibras más sensibles de tu espíritu con una secuencia de canciones terriblemente conmovedoras e irresistiblemente emotivas; así trasciende de la escucha de piezas como ‘Blommorna’, ‘Ander sjukhusen’ y ’Horoskop’. Aunque a veces el disco también se llena de un pop glorioso y poderoso gracias a la inclusión de piezas como ‘Stockholm’ y ‘Centrum’.
La trayectoria de Jonathan Johansson se remonta a 2005 con la aparición de ‘OK, ge mig timmarna’, aunque no es hasta la publicación en 2009 de su álbum ‘En hand i himlen’, cuando el músico sueco consigue cautivar a la crítica especializada.
Un trabajo en el que destacaría ‘Alla vill ha hela Värlen’, una versión del tema ‘Everybody wants to rule the world’, original de la formación británica Tears For Fears’. Un sencillo que le dio la oportunidad de mostrar su sorprendente voz la cual parece controlar sin esfuerzo pasando de un susurro a un falsete.
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