El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Mijas ha decidido incrementar los controles legales para evitar posibles casos de fraude entre beneficiarios del programa municipal de alimentos, del que en la actualidad son beneficiarias unas 1.300 familias.

Programa que este año se nutre de un presupuesto municipal de 21.000 euros, así como de los productos alimenticios procedentes de los excedentes de la Unión Europea, y que distribuye Cruz Roja una vez que los técnicos de Servicios Sociales han examinado los casos de las familias solicitantes.

No obstante, según ha puesto de manifiesto hoy la concejala de Bienestar Social, la popular Carmen Márquez, “existen quejas y denuncias” de posibles “casos de picaresca y fraude” al parecer cometido por personas beneficiarias del programa “que hacen ostentación”.

Así, la citada concejalía pondrá en marcha nuevos protocolos para identificar la realidad social y económica a las familias solicitantes. Además, la Policía Local de Mijas colaborará con Servicios Sociales a fin de controlar los casos sospechosos. “No queremos criminalizar a nadie, pero no podemos permitir que se den casos de picaresca, puesto que el  programa de alimentos está destinado a las familias que en verdad lo necesitan”, explicó Carmen Márquez, quien además recordó que “está absolutamente prohibido comercializar los alimentos” que reciben los beneficiarios del programa.

La edil quiso resaltar el trabajo que desarrollan tanto los técnicos municipales como los voluntarios y personal de Cruz Roja en la distribución de los alimentos –“lo hacen muy bien”, dijo- y recordó que este servicio social se realiza en la actualidad “de forma más ordenada, sin colas y mediante un sistema de atención individualizada”.

Además de los fondos económicos que el equipo de gobierno destina al programa de alimentos (21.000 euros), Bienestar Social dispone de una partida de 125.000 euros  para casos de Emergencia Social, y que se utiliza para posibilitar que familias con más necesidad puedan adquirir alimentos perecederos así como artículos de aseo, además de hacer frente al pago urgente de recibos de servicios básicos, como el suministro eléctrico o el abastecimiento de agua, entre otros.

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