El olor a canela, matalahúva y chocolate caliente inundó el pasado viernes 5 de diciembre la calle Carril de Mijas Pueblo. Los grupos parroquiales de la Inmaculada Concepción celebraron la que promete será una primera pestiñá, una iniciativa nacida de forma casi espontánea para recuperar la tradición de reunirse en la calle por parte de los vecinos y dar la bienvenida a la Navidad.
La idea surgió el pasado verano, según explicó el párroco Hermán Marcel Lunar ya que “empezamos a decir que deberíamos rescatar el tema de salir al fresco, de compartir en comunidad. Y ahora en Navidad dijimos: ‘¿por qué no hacemos una pestiñá? Nos reunimos en la calle como antiguamente y hacemos pestiños y chocolate caliente’ y así salió la cosa”. A pesar de la lluvia inicial, la cita consiguió reunir a numerosos vecinos frente a la casa parroquial, recuperando el espíritu de convivencia.
Para llevar a cabo el evento, que también tuvo un carácter benéfico, los grupos parroquiales se volcaron en la organización. Un esfuerzo conjunto de todas las hermandades para sacar adelante este proyecto común y recaudar fondos para la parroquia. Lázaro Moreno, hermano mayor de la Archicofradía del Nazareno, destacó esta colaboración: “Fue una idea que tuvo el padre Lunar y entre todos hemos estado ayudando para que salga este día adelante, con idea de recaudar dinero para la parroquia”.
El párroco subrayó la importancia de mantener estas costumbres porque “lo fundamental es dar comienzo a este tiempo tan bonito dando un mensaje a la gente de que no podemos perder nuestras tradiciones. Las luces se apagan, pero las personas son las que hacen pueblo”.
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