El Ayuntamiento de Mijas, a través del área de Parques y Jardines, ha emprendido una campaña de tratamiento contra la oruga procesionaria. De esta forma, está previsto que sean tratados más de 12.000 pinos repartidos por todo el término municipal usando para ello un método biológico.

Así lo anunció este jueves, 27 de noviembre, el edil de Parques y Jardines, Daniel Gómez Teruel (PP), quien explicó que se trata de un tratamiento preventivo para evitar la proliferación de estos insectos. Y es que la oruga procesionaria es peligrosa para niños y mascotas, especialmente para los perros pues puede resultar mortal. Al contactar de forma directa o indirecta los pelos de esta oruga con la piel se producen reacciones alérgicas y urticarias en humanos y mascotas. No se emplea ningún tipo de pesticida y es una actuación puramente preventiva. Tratamos aquellos pinos ubicados en las cercanías de dependencias municipales, como los situados en urbanizaciones y en centros educativos”, detalló el concejal.

 

Asimismo, precisó que esta campaña se desarrolla en otoño ya que es el momento ideal para actuar sobre las larvas. Para ello se emplea una bacteria especial, por lo que es un tratamiento biológico y respetuoso con el medio ambiente. Hemos aplicado dos productos diferentes, en algunos sitios una piretrina, que no tiene plazo de seguridad, y bacillus thuringiensis, en las zonas de ámbito forestal”, explica Damián Quintana,  ingeniero forestal de la empresa prestataria del servicio, que señala que ambos tratamientos preventivos “afectan a las larvas de la procesionaria y se hacen en esta época del año, que es cuando es más efectivo”.  Pero la campaña no terminará ahí pues está previsto que se desarrollen dos tratamientos de recordatorio más para así evitar la aparición de estas orugas. 

 

Sobre la situación actual en el municipio, apuntan desde la empresa que “está bastante controlado” el problema. “Estamos viendo que hay pocos bolsones, llevamos seis o siete años en Mijas y parece ser que ya lo tenemos controlados porque cada vez hay menos”, destacó Quintana, que matizó que “en algunas zonas evidentemente algunos años hay epidemias de procesionarias, pero están bastante controladas”. 

Las labores comenzaron en octubre y está previsto que terminen a mediados de diciembre, pues ya han sido fumigados más de 9.000 ejemplares. Para terminar, Gómez informó que todos estos trabajos están valorados en unos 16.000 euros. 

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