Según la Real Academia Española, el término dominguero se atribuye a la persona que acostumbra a divertirse los domingos. Suele hacerlo, además, acompañado de familia y amigos. Si durante el año los domingueros se reúnen en zonas más campestres y en torno a una barbacoa, en verano, los domingueros cambian de decorado, trasladándose del campo a la playa y es ahí donde echan el día entero en buena compañía.

“Cada uno venimos a nuestro rollo, venimos con nuestra familia, pero aquí hay mucha gente que conocemos y que nos juntamos también, incluso somos del mismo pueblo”, explicó el pasado domingo Juan Diego Jiménez, dominguero auténtico procedente de Alhaurín El Grande, quién aseguró veranear siempre en la playa de La Cala, un entorno que calificó como “idílico” para el mejor plan de domingo, que no es otro que “tirarse en la hamaca y estar todo el día tranquilo, relajado”.

Además de concentrarse en grandes grupos, otro de los detalles que identifican a los domingueros es su forma de llegar a la playa. “Con cuatro coches cargados hasta arriba, hasta la manilla”, indicó Antonio ‘El Pelleja’, quien afirmó ir a la playa cada domingo del verano desde bien temprano “para coger sitio para todos los que son”. 

Y es que un dominguero no llega precisamente con las manos vacías, todo está organizado y en las mesas tampoco falta nada. “Traemos filete empanado, tortilla de patatas, picadillo, roscos, el termo con el café, de todo un poco”, contó Antonio.

Ya saben, si quieren disfrutar de un buen domingo de playa sigan el decálogo del buen dominguero o, simplemente, arrímense a ellos. Pueden localizarlos también por el color de la nevera.

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