Ecologistas en Acción Mijas planteó en su última charla coloquio la “grave” situación mundial por la que están pasando los mares y océanos y, por tanto, los ecosistemas marinos, lo que acarrea importantes consecuencias en la industria de la pesca. La situación, según la ONU, es “dramática” y el cambio en la forma de actuar debería ser “inmediato”, afirma la organización ecologista. 

‘Hacia una pesca de bajo impacto, retos y oportunidades’, ese fue el título de la actividad desarrollada por Ecologistas en Acción el pasado viernes en la Casa Museo dentro de su ciclo mensual de ponencias y debates sobre asuntos de interés e impacto ambiental. La experta invitada fue la responsable nacional de este tema y bióloga marina, Cecilia del Castillo. “Naciones Unidas ha dicho que estamos en emergencia, en estado de emergencia oceánica. El cambio climático empieza a tener consecuencias, este año ha sido el más caluroso en los mares desde que se tienen datos. Eso provoca acidificación, lo que conlleva un cambio en las rutas migratorias de las especies, y eso afecta también al sector pesquero y a la pérdida de biodiversidad, entre otras cosas”, dijo Del Castillo.  

 

Según el coordinador de Ecologistas en Acción Mijas, Juan Alarcón, “es la primera vez que hablamos sobre el tema de la pesca. Es bastante desconocido, pero bastante importante porque si los ecosistemas terrestres están en peligro, los ecosistemas marinos están aún peor”. 

Las actividades económicas que afectan a los mares y, en concreto, la pesca, según ecologistas, provocan grandes retos a resolver. Los problemas actuales son importantes: el estado de emergencia oceánica, el calentamiento global, el aumento de acidez, la pérdida de diversidad, los cambios en las especies, etc. A esto se suman otros factores directos como el tráfico marítimo, la contaminación y los plásticos. También, por ejemplo, las plagas de algas. 

A nivel de usuario, también se puede contribuir para paliar estos efectos tan negativos. Según Del Castillo, “siempre recomendamos que la gente que quiera comer pescado, que vaya a las pescaderías locales, que pregunte por especies diferentes para que no coma las de siempre. Lo aconsejable es consumir lo más localmente posible y lo menos posible”. 

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