Las Lagunas vive su Domingo de Ramos marcado por la tradicional bendición de las ramas de olivo, símbolos de respeto y de amor hacia la figura de Jesús y su entrada en Jerusalén. La bendición, a cargo del párroco de la iglesia de San Manuel González, José María Ramos, y la procesión por los jardines del templo marcaron la jornada. 

“Hoy es un día importante para los cristianos”, remarcó el cura, “aquel camino que iniciamos el miércoles de ceniza ha llegado a su cumbre”, agregó. “Hoy, para todos los que somos cofrades y que somos católicos celebramos el Domingo de Ramos, la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, y la verdad es que damos comienzo a nuestra semana grande, a la semana que vivimos con más intensidad, más emoción y más fervor”, manifestó por su parte el hermano mayor de la Hermandad de Jesús Vivo, Nuestra Señora de la  Paz y Nuestra Señora de la Piedad, Manuel Ordóñez. 

Temprano por la mañana, las familias se fueron acercando a los exteriores del templo para hacerse con sus ramitas de olivo. Hay que destacar la importante colaboración entre la parroquia y la hermandad lagunera, un año más, para organizar esta jornada, con la que se da inicio a la Semana Santa. “Estamos cogiendo las ramas para que el cura nos las bendiga”, dijo la pequeña Carmen Torres, que celebró el Domingo de Ramos como cada año junto a su familia. Lo mismo explicó otra niña, Rocío Aragón: “hoy celebramos con estas palmas cuando Jesús llega a Jerusalén”. “Yo vengo con mis padres cada año y nos gusta disfrutar de este día por el momento que se vive, cuando el cura te bendice la rama de olivo, es un momento muy bonito para vivirlo”, añadió la joven Jenifer Sivsov.

Bendición de ramas

“Hoy, recordamos lo que un día ocurrió en Jerusalén. Jesús había ido muchas veces a la ciudad de Jerusalén, pero nunca lo habían recibido de esta manera, aclamándolo con los signos con los que aclamaban a los héroes, nunca había tenido un recibimiento tan grandioso”, pronunció el párroco durante la celebración de la misa. 

“Hagamos santa la Semana Santa”, agregó Ramos, quien pidió la implicación de toda la comunidad cristiana para la celebración de la Semana de Pasión. Uno de los momentos más emotivos de la celebración religiosa fue cuando todos se dieron la paz porque, como dijo José María Ramos, vivir en paz “es el gran sueño de la humanidad”. 

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