“A lo largo de este año, es bonito de verdad, me emociono con cariño porque tengo a la profesora más bonita y más buena y aquí está”. Son las palabras de uno de los alumnos del taller de taichí para mayores de la UP de Las Lagunas, Antonio Herrera, que, emocionado y con mucho cariño, habló así de Rosa Martín, su profesora, a quien también se dirigió otro alumno, Francisco Flores, quien destacó todo lo que le habían aportado sus clases. Con estos discursos, arrancó el desayuno de Navidad que las concejalías responsables han organizado para los usuarios de este taller, uno de los más numerosos, y es que solo en el núcleo lagunero son unos 150. La mayor, Antonia Ramírez, que recibía un presente tras hacer el saludo propio de esta disciplina.

Pero no fue la única que se llevó regalos. Otras usuarias se llevaron un detalle a casa gracias a la rifa que organizó Martín. Y como no, la profe también se llevó un obsequio. Ella resaltó todo lo que hacen en clase; “practican taichí, respiran, sienten… Cuidamos hasta la planta de los pies haciendo que se vayan para su casa relajados, con la autoestima alta. También intento por todos los medios que se relacionen entre ellos y que salgan grandes amistades”. Y mucho más, porque hay quien en estas clases, además de bienestar, ha encontrado el amor, como nos aseguró la alumna Mari Carmen Moreno, quien manifestó que a ella el taichí “me ha dado mucha felicidad, bienestar, unas compañeras muy buenas, tengo el cuerpo en forma, muevo mucho las manos y, aparte, conocí aquí a una persona con la que llevo dos años juntos, así que esto también me ha dado un poquito de amor”. Su compañera de clase, Adela Milán, subrayó que “a mí el taichí me ha dado mucho, mucho porque yo estaba hundida y esta señora (refiriéndose a Rosa Martín) me ha animado y me ha dado la felicidad”.

Las concejalas de la UP y de Mayores, Melisa Ceballos (PP) y Silvia Marín (PP), respectivamente, junto al edil socialista Hipólito Zapico han acompañado al grupo en este desayuno navideño. Ceballos confirmó que “además de la actividad física que contempla el taichí con sus movimientos, en estas clases los alumnos hacen piña, que es muy importante para no estar solos, ya que hay algunos que se encuentran solos; esto le ha dado la vida”. Por su parte, Marín destacó que “esto es un ejemplo de que la edad no es un obstáculo, así que nosotros tenemos que aprender de ellos, que nos dejan un legado bueno, lo vemos en estas fechas a diario, en este mes repleto de actividades, cada día nos dan una lección de superación”. Y de alegría, porque con mucha energía y buen humor han empezado a celebrar las fiestas. ¡Feliz Navidad!

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