La concejala de Albergue, Mariló Olmedo (Cs), visitó este jueves las instalaciones de Entrerríos para acompañar al veterinario en los trabajos de revisión de los animales del albergue, todo ello para corroborar que se mantienen en las mejores condiciones tras la temporada de verano con las altas temperaturas y un sinfín de actividades con los niños que han visitado durante estos meses la granja escuela. “Hoy hemos visto esos controles rutinarios como son analíticas para poder hacer screening de enfermedades que puedan tener y, por suerte, nuestros animales están muy sanos”, apuntó la edil, añadiendo que “también se realizan tratamientos médicos puntuales, como ha sido el caso de nuestra burrita, que ha tenido una pequeña inflamación en la rodilla y que ya se encuentra recuperada”.

Por su parte, el veterinario responsable de estas revisiones, Javier Pinazo, destacó que “llevamos a cabo un control rutinario para garantizar que hay una buena alimentación, que no haya ningún brote de cualquier enfermedad… También hacemos campañas preventivas de desparasitación, las vacunaciones obligatorias que marca la legislación y de manera urgente, si surge algún problema, asistirlos de inmediato”. Asimismo, cabe destacar que todos los animales se encuentran censados en el registro de la administración pertinente y con su respectivo chip.

 

En este sentido, el albergue de Entrerríos cuenta con una burra, 9 ovejas, 12 cabras, 18 conejos, 4 pavos reales, 5 patos, 4 gallinas, 1 gallo y 4 codornices. Todas ellas tienen un seguimiento por parte del servicio de veterinaria y además cuentan con el cuidado diario de los operarios de mantenimiento de estas instalaciones. “Nuestro veterinario nos aporta también una dieta de alimentación adaptada para cada animal, dependiendo de la actividad física y condiciones de cada uno de ellos. De esta forma, tenemos un control de alimentación diferente y adaptada para cada animal”, explica Olmedo.

Así pues, los animales han recibido un cuidado especial durante el verano de los más pequeños del municipio que han pasado su periodo estival en el albergue y han podido alimentar y cuidar bajo la supervisión de los monitores a todos ellos, además de concienciarse del respeto animal. Las actividades con animales no sólo aportan un ápice educativo y divertido, sino que también ayuda en el apoyo emocional a todas las personas, fomentando el respeto a las mascotas. 

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