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Viernes 18/10/2024

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En contacto directo con el tratamiento de residuos

Unas cajas de cereales recicladas pueden ser perfectas para fabricar la cubierta de un libro, y acumulando latas de refresco se puede obtener sencillamente una llanta de automóvil.

Unas cajas de cereales recicladas pueden ser perfectas para fabricar la cubierta de un libro, y acumulando latas de refresco se puede obtener sencillamente una llanta de automóvil. Para ello, es importante el reciclaje en origen, separar los distintos residuos en casa y depositarlos en el contenedor correcto, una labor que, además de cuidar el medio ambiente, ahorra a las arcas municipales el desembolso económico que supone el tratamiento de la basura orgánica. Sin embargo, no hay mejor manera para comprender el papel que los ciudadanos tienen en este proceso que conocer el lugar donde se desarrolla el ciclo de la gestión de residuos.

El reciclaje en origen es fundamental para ahorrar dinero a las arcas municipalesEl pasado viernes 25, gracias a una excursión organizada por el Ayuntamiento, un grupo de vecinos mijeños pudieron conocer las instalaciones del Complejo Medioambiental de la Costa del Sol, en Casares, donde se deposita la basura orgánica recogida en Mijas, entre otros municipios. A la visita, proyectada dentro del programa del Día Mundial del Medio Ambiente, asistieron diversos presidentes de comunidades de propietarios, asociaciones vecinales y otros colectivos que, ahora, tienen la labor de transmitir los beneficios del reciclaje en sus diferentes ámbitos.

“Hay que reciclar en origen, que es gratis para el Ayuntamiento, en vez de reciclar aquí, que vale dinero. En el presupuesto municipal, la recogida y el tratamiento de la basura representan casi seis millones de euros al año, por lo que cualquier esfuerzo que la ciudadanía haga por reciclar va a tener un impacto directo en las cuentas”, explicó el edil de Economía y Hacienda, Mario Bravo. El Consistorio abona aproximadamente 140 euros por cada contenedor que llega a Casares, por lo que cada recipiente orgánico que no contiene restos de vidrio, papel o plástico, ahorra a Mijas 140 euros, ya que la gestión de dichos residuos es gratuita. 

Reciclar genera empleo
Por su parte, la edil de Medio Ambiente, Carmen Márquez, quiso destacar que el ahorro que supone el reciclaje tiene especial incidencia en la generación de empleo. “Si somos capaces de que cada ciudadano deposite los residuos en su contenedor correspondiente, seremos capaces de ahorrar dos millones de euros que invertiremos en generar empleo a través de la Renta Básica”, aseguró. De esta forma y, según puntualizó la concejala, “podremos contratar al doble de personas y los tendremos asegurados, en vez de cuatro, ocho horas con un sueldo de 1.000 euros brutos. Por lo tanto, todo son beneficios y ventajas”. 

Un complejo medioambiental a la vanguardia

El Complejo Medioambiental de la Costa del Sol es una instalación dependiente de la Mancomunidad de Municipios que gestiona Urbaser. Inaugurada en 1999, se trata de una de las plantas de compostaje más modernas de España, ocupándose íntegramente de los residuos urbanos para su posterior reciclaje o reutilización. Cuenta, además, con un aula medioambiental que recibe a colectivos interesados en conocer las instalaciones, como es el caso del grupo que visitó el complejo el día 25.

La primera parada del recorrido es un espacio que alberga distintas maquetas que muestran la evolución de la planta desde su apertura. Un vídeo ilustrativo describe además a los visitantes la labor que se desarrolla en las instalaciones, así como las diferentes herramientas que la Mancomunidad pone a disposición del ciudadano para fomentar el reciclaje. A partir de ahí, los grupos tienen la oportunidad de conocer cada fase del proceso ‘in situ’. Tras pasar por el punto de recepción de RSU, donde se realiza una separación entre restos orgánicos e inorgánicos, los visitantes se dirigen a la planta de selección de envases, donde se discriminan los residuos de manera más exhaustiva.

A partir de este proceso, la parte orgánica se procesa  para convertirla en compost, mientras que de los residuos restantes se extraen distintos tipos de plástico y brik, que luego son comercializados a gestores autorizados para su posterior reciclaje. 

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