La parroquia de San Manuel González de Las Lagunas organizó ayer un rezo por la paz en Ucrania con motivo de una petición realizada por el Papa Francisco a nivel mundial. El Cristo Crucificado o de la Buena Muerte de la parroquia se sacó al aire libre y junto a él se ofrecieron velas por la paz así como un rezo del rosario.

Los feligreses de Las Lagunas quisieron aunar ayer su voz y su sentimiento para enviar paz y luz a la guerra de Ucrania. Tras un llamamiento mundial del Papa para orar por la paz en el mundo y en concreto en esta guerra, desde la parroquia de San Manuel González se convocó a la comunidad a participar en una oración conjunta. Para ello, la imagen del Cristo Crucificado se sacó a las puertas del templo para reunir a la congregación. “Pensamos en hacer una convocatoria especial, y decidimos sacar la imagen del crucificado, el Cristo de la Buena Muerte a las puertas del templo, vamos a orar un rosario a María, la madre de todos los cristianos, para que ella, que es la intercesora de la paz, toque los corazones de los que nos han metido en la guerra, y ofrezca consuelo a los que sufren”, afirmaba el párroco José María Ramos. 

A las puertas de la parroquia se rezó el rosario y se elevaron las peticiones de paz al cielo. El párroco hizo un llamamiento por los que más sufren. “No olvidemos que los que están mandando en la guerra no sufren, es el pueblo, son los pobres, los que terminan siendo machacados, siendo más pobres aún. Los que gobiernan siguen en sus palacios y con su dinero. Hay que ser valiente y denunciar esta situación. Ninguna guerra es justificable, y menos en el s. XIX”. 

Los feligreses acudieron a la cita con su luz y sus velas, para apoyar al pueblo que sufre en Ucrania, pedir la paz  y la finalización de la guerra cuanto antes. Uno de los asistentes, Jesús Miguel Rodíguez, afirmó que “estamos aquí para apoyar la paz, que Rusia deje la guerra ya por fin, y deje de hacer daño. Así, aportamos nuestro granito de arena en la distancia, no podemos hacer mucho más, mandar nuestras oraciones y luz”.  

El mundo cristiano celebró ayer el miércoles de ceniza, el primer acto previo al inicio de la cuaresma. “Hemos iniciado un tiempo importante del año para el cristiano, la Cuaresma, nuestro caminar hacia la resurrección del Señor”, recordaba el párroco. 

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