El Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga otorga los Premios Málaga de Arquitectura con carácter bianual y a pesar de las circunstancias especiales, “la participación ha sido muy numerosa, así como la calidad de las obras presentadas, su diversa tipología y la integración en el paisaje”,  según el jurado de expertos profesionales que ha evaluado los trabajos.  

El objetivo de estos premios es “reconocer y difundir aquellas obras y trabajos de la provincia que tengan valores de especial interés arquitectónico o urbanístico”, aseguró Borja Ferrater, profesor de Arquitectura y miembro del jurado. En esta última edición, se presentaron 94 obras, que han optado a seis modalidades diferentes. 

El mijeño Carlos Peinado Madueño, junto a su colega Carlos Quevedo, han recibido el Premio María Eugenia Candau, que se centra en las obras realizadas fuera de la provincia de Málaga pero por arquitectos de Málaga. “De alguna forma se reconoce el esfuerzo, el día a día. Y es una forma de hacer ver y mostrar tu trabajo y el de tus compañeros, ya que hay muchas categorías”, dijo el arquitecto. 

Ludoteca

Y lo han hecho por partida doble, con dos de sus proyectos, la Ludoteca Municipal en Dólar  (Granada), en la que se señala la habilidad para integrar en el entorno rural la nueva arquitectura como pieza que marca el límite del pueblo. El jurado también puso en valor esta obra que se desarrolló con escasos recursos económicos y que, sin embargo, consiguió una arquitectura de interés. “En este caso se trata de una ludoteca, que nos ha dado varias satisfacciones y reconocimientos, pequeñita, y han reconocido como mérito el que se haya realizado con un bajo presupuesto, se realizó con desempleados de la zona. Está situada en el perímetro del pueblo, tiene vistas a Sierra Nevada. La peculiaridad del proyecto es el uso de las curvas. La parcela era curva y partiendo de esa premisa todo el proyecto giró en torno a eso, lo que le da mucho dinamismo”, según Peinado. 

Vivienda

El segundo proyecto galardonado ha sido una vivienda en Ubrique, donde se ha destacado la resolución de su fachada, que se integra con naturalidad entre el caserío local y que sin embargo en su interior es un fiel reflejo de la nueva arquitectura y las tendencias más actuales. Segundo Peinado, “la vivienda está en la parte histórica. Lo que la hace diferente es que hemos usado un lenguaje moderno. Hemos cambiado la disposición de las piezas como se ubican tradicionalmente en una casa. Hemos trabajado con diagonales, hemos potenciado el zaguán hasta llevarlo a tres alturas. Hemos integrado el lenguaje contemporáneo en una arquitectura tradicional”. 

Peinado compagina sus proyectos más innovadores de su empresa Carquero Arquitectura, con su trabajo en Felico, donde realiza proyectos de viviendas y un trabajo mucho más cercano a la realidad. “Todos los arquitectos tenemos unos horarios un poco locos, pero intento sacar la máxima eficiencia posible. Mi trabajo en Felico me permite tener los pies en el suelo, conocer las necesidades reales, los precios y el valor de las cosas. Llevar este ritmo es duro aunque muy enriquecedor”. 

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