Isabel Merino. Si hay algo que define perfectamente a Raquel es el amor por el pueblo que la vio nacer, un cariño que se afana en transmitir a todo aquel que se cruza en su camino. Estilista en Mijas Natural, el parón del confinamiento le dio la oportunidad de volcarse en una de sus aficiones: la historia de Mijas, y no tanto aquella que se cuenta en los libros, sino la del vecino de a pie, la que se gesta a partir de las decenas de anécdotas que ha escuchado durante años de boca de familiares, amigos y conocidos. Cantona de pura cepa, no es de extrañar que Raquel lleve a Mijas por bandera. “Creo que para amar un sitio hay que conocerlo”, asegura. “He recopilado mucha información, documentos, he entrevistado a mucha gente del pueblo y así he ido reuniendo el material para mis vídeos”, cuenta.
Una tarea para la que ha contado con el apoyo documental que le han ofrecido personas como José María Burgos o Salvador Pulpillo, también aficionados a la historia de Mijas. Y, por supuesto, con los testimonios de muchos vecinos que han viajado en el tiempo para remontarse a la historia de los motes de las familias, el antiguo oficio del esparto o los famosos que pasaron por el pueblo en la época del despertar turístico. Así ha publicado un total de 30 videoblogs que, cada día, de martes a viernes, se emitían en forma de directo en el canal de Youtube de Mijas Natural. Desde la desescalada, admite, “la sección está un poco parada porque el trabajo no me deja tiempo, pero me gustaría retomarla en cuando pueda”. Bailes populares, escritores ilustres o edificios destacados del pueblo centran algunos de sus videoblogs. Hoy, nos centraremos en la cara más cinéfila de Mijas, escenario de numerosos videoclips, entrevistas y rodajes de series.

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