A. Lago. Datos: C. Bejarano. A principios de año, el área de Sanidad del Ayuntamiento de Mijas, en colaboración con la organización Adiados, puso en marcha el programa PiensaTIC, una herramienta encargada de detectar conductas de riesgo en materia de adicción a las nuevas tecnologías en menores. Las encuestas se han realizado a alumnos de secundaria de entre 12 y 16 años de edad y han participado 1.319 estudiantes de los institutos de Mijas. En base a las conclusiones que se extraerán, explica la concejala de Sanidad, Mari Carmen González (C's), “se procederá a planificar la actividad que se hace anualmente en materias de prevención en el tema de adicciones, tanto para trabajar con los estudiantes como con las familias”.
Adiados afirma que existe una utilización elevada de las nuevas tecnologías. “Muchos chicos dedican 3 y 4 horas diarias a ellas, algo problemático en cuanto a sus emociones que puede generar intolerancia o abstinencia, es decir, indicadores que son síntomas de dependencia y adicción”, afirma el psicólogo de la asociación, Juan Díaz. Un 70% de los jóvenes encuestados afirma conectarse a aplicaciones de redes sociales de forma diaria, mientras que un 20% dice hacerlo varios días a la semana.
A pesar de la alta preocupación de los padres de los menores encuestados, “la participación ha sido muy baja, con lo cual les preocupa el problema, pero no se ocupan del problema, por lo tanto trabajaremos en ese aspecto”, incide la edil del área. “Hay niños que tienen acceso a un aparato con una conexión a internet y que pueden acceder a contenidos que no son los más adecuados para menores, por lo que debemos incidir en ese aspecto y ser conscientes cuando le damos a un niño un dispositivo móvil con internet”, añade González.
Abuso en el consumo
Desde el área indican que la idea para el próximo curso es continuar trabajando con los menores en base a los resultados obtenidos de las encuestas, “es decir, tenemos unos resultados de estas encuestas y sobre esas conclusiones se realiza la actividad preventiva”, apuntó la concejala. Así, casi el 23% de los estudiantes participantes presentan suficientes síntomas de uso problemático como para ser diagnosticados de uso compulsivo o adictivo. En el análisis se observa que en el caso de las chicas la proporción es más elevada que en los chicos: “son las niñas las que muestran un abuso de las redes sociales”, sentencia Díaz.
En cuanto al uso de videojuegos o la consulta de páginas web para adultos, la frecuencia está más extendida en los varones. Como esclarecen los resultados, una amplia mayoría usan los videojuegos varios días a la semana, más de la mitad los usa más de dos horas al día y uno de cada cuatro le dedica cuatro horas diarias o más. Por otro lado, más de la mitad de los chicos encuestados ha visitado alguna vez páginas de pornografía. Uno de cada tres menores lo hace uno o varios días por semana y el 15% diaria o casi diariamente.
Las familias encuestadas, según concluyen los resultados, no alcanzan un nivel de representación suficiente sobre la opinión de los padres de los alumnos de los centros educativos del municipio sobre el uso de las nuevas tecnologías. Desde Adiados opinan que la solución recae tanto en los padres como en los niños: “tiene que ver en lo que se trabaja con otras adicciones; trabajar con los niños y las familias en conjunto y no dejar que la pantalla sea como un aliado para el niño. El estudiante debe tener conocimiento de lo que le ocurre y la sociedad tiene que detectar y facilitar otras opciones de ocio”, concluye Juan Díaz.
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